ChatGPT-5 decepciona: El nuevo modelo de IA de OpenAI no convence a todos

El lanzamiento muy esperado de ChatGPT-5 se convirtió en un fiasco en las redes sociales. Presentado por Sam Altman como la IA más inteligente jamás creada, el nuevo modelo es acusado por una gran parte de los usuarios de degradar la experiencia en comparación con sus predecesores. Este levantamiento estalla mientras rivales como DeepSeek ganan terreno rápidamente. ¿Sam Altman ofreció un sueño… para un despertar brutal?

La euforia del lanzamiento cede lugar a la decepción

Este jueves, Sam Altman presentó con gran pompa ChatGPT-5, prometiendo una «actualización mayor» y un «paso significativo» hacia la inteligencia artificial general.

Sin embargo, apenas 48 horas después, Reddit y las redes sociales ardían con críticas. Las críticas se acumulan: límites de tasa más estrictos, imposibilidad de volver a los modelos anteriores, respuestas consideradas «genéricas» y «estandarizadas». 

Un usuario resume el estado de ánimo ambiente con amargura: «Lo convirtieron en un zombi beige corporativo que se olvidó por completo de que fue tu mejor amigo hace dos días.«

Bajo presión, Altman reaccionó urgentemente en X, anunciando una duplicación de los límites de tasa para suscriptores Plus. Un gesto de conciliación que sin embargo plantea una pregunta: ¿cómo pudo una empresa valorada en 157 mil millones de dólares subestimar tanto la recepción de su producto estrella?

Más allá del incidente, es la brecha creciente entre las promesas de marketing y las expectativas reales de los usuarios lo que llama la atención. 

Acostumbrados a avances espectaculares en actualizaciones anteriores, muchos consideran que las mejoras de GPT-5 son demasiado limitadas. Esta percepción alimenta la idea de una desaceleración clara de la innovación, haciendo pensar que la curva de progreso tecnológico ha alcanzado un meseta.

La revolución de la IA de código abierto amenaza la hegemonía de OpenAI

El descontento de los usuarios llega en el peor momento para OpenAI. La firma de Sam Altman enfrenta una feroz competencia de plataformas de código abierto que le quitan cuota de mercado. 

DeepSeek, empresa china de IA, simboliza esta ofensiva. Su modelo R1-0528 iguala ahora el rendimiento del OpenAI-o3 en las pruebas de referencia.

Las cifras hablan por sí solas: 75 millones de descargas de la aplicación DeepSeek desde enero. Un éxito fulminante que refleja una demanda masiva de alternativas transparentes a las «cajas negras» propietarias. Estos usuarios huyen de las restricciones impuestas por los gigantes tecnológicos.

Irónicamente, OpenAI, que en su día llevaba el estandarte de la apertura —como lo indica su nombre— hoy se ve desafiada en este terreno por actores más fieles a esa filosofía original.

Este fenómeno forma parte de un movimiento más amplio: la rápida democratización de la IA. Las barreras técnicas bajan, las herramientas se multiplican y los nuevos participantes perturban un mercado que parecía cerrado.

Paralelamente, la Unión Europea endurece su AI Act, imponiendo transparencia, trazabilidad y respeto a los derechos de autor a las IAs generalistas como ChatGPT. Una evolución que podría paradójicamente beneficiar a los actores de código abierto, naturalmente más alineados con estas exigencias.

Así, la polémica alrededor de GPT-5 podría marcar un giro estratégico. Entre usuarios desencantados, una competencia más ágil y un entorno regulatorio cada vez más estricto, OpenAI tiene mucho en juego. Queda por ver si el fiasco GPT-5 es solo un contratiempo… o la señal anticipada del fin de la edad de oro de ChatGPT.