Ethereum atrae capital tras la actualización Pectra: ¿el inicio de una nueva era?

La blockchain no olvida nada, pero a veces sabe recuperarse con una elegancia inesperada. Mientras algunos observadores relegaban a Ethereum a una lenta estagnación, el caso Pectra vino a reescribir el guion. 3,8 mil millones de dólares inyectados en el ecosistema más tarde, la segunda criptomoneda por capitalización se da un nuevo impulso. ¿Es un simple fuego de paja o los albores de un renacimiento? Análisis.

El efecto Pectra: un electroshock para la capitalización realizada

Hay actualizaciones técnicas que pasan desapercibidas. Y luego está Pectra. Implementada el 7 de mayo, esta actualización no solo ha perfeccionado la red: ha despertado miles de millones de dólares dormidos.

La capitalización realizada — un indicador que mide el valor de un activo según el último precio pagado por cada cripto ETH — ha subido de 240,8 a 244,6 mil millones de dólares.

Este salto de 3,8 mil millones, aunque modesto a escala global, refleja una confianza renovada. A diferencia de la capitalización bursátil, a menudo inflada por la especulación, la capitalización realizada (Realized Cap) ofrece un reflejo más fiel del compromiso de los inversores. Es capital concreto, invertido a un precio dado, no un viento algorítmico.

Esta inversión de tendencia, tras tres meses de masivas fugas de capital, señala una ruptura clara. Las señales técnicas se vuelven tangibles: los capitales fluyen, y la criptomoneda ETH recupera color. ¿Ha sido Pectra quien ha seducido? ¿O un mercado, cansado de su espera, que buscaba un pretexto para reavivar la llama? Quizás un poco de ambos.

Precio de la cripto ETH en alza, usuarios en espera: una paradoja reveladora

El dinero regresa. Pero los usuarios, en cambio, parecen quedarse fuera. Es una de las paradojas señaladas por Glassnode. Desde la actualización, las direcciones activas — nuevas o reactivadas — muestran una ligera caída: -1,8% para las primeras, -8,4% para las segundas.

Una interpretación ingenua vería esto como una señal de agotamiento. Pero si se mira más de cerca, esta contracción también puede interpretarse como una consolidación. Menos ruido, pero más convicción. Los turistas de la blockchain se han ido. Quedan solo los constructores, los convencidos, aquellos para quienes ETH no es solo un ticker para operar, sino una infraestructura para habitar.

Y las cifras confirman esta hipótesis: la tasa de desenganche cae un 8,5%. Es decir, los usuarios activos permanecen más tiempo, interactúan más, se implican. No es una fiebre del oro, es una lenta colonización digital.

Con un precio que vuelve a rondar los 2,500 dólares, Ethereum parece decidido a volver a ser el principal escenario del ecosistema cripto. Pero todo dependerá de lo que venga después de Pectra. La actualización ha cumplido su papel de catalizador, pero no es un final. Es una promesa.

Si la capitalización realizada sigue creciendo, apoyada por una base de usuarios fiel, ETH podría estabilizarse en un nivel más alto. Pero si este aumento de capitalización es solo fruto de una euforia pasajera, sin adopción concreta de fondo, entonces el despertar podría ser brutal. Según Arthur Hayes, Ethereum podría desafiar todos los pronósticos.