El pasado nunca muere en la blockchain. Más de diez años después del escándalo de Mt. Gox, una dirección de bitcoin que contiene el equivalente a 8.700 millones de dólares vuelve a la superficie... siendo objeto de un intento de phishing tan discreto como ambicioso. En la encrucijada de la cibercriminalidad y la memoria digital, este nuevo episodio plantea una pregunta inquietante: ¿están los tesoros olvidados del bitcoin condenados a convertirse en las presas eternas de los estafadores modernos?