Los BRICS refuerzan a Rusia: +4,1 % de crecimiento, a pesar del embargo estadounidense
Mientras las sanciones económicas tenían como objetivo asfixiar a Moscú, Rusia registra un crecimiento del 4,1 % en 2023. Esta cifra, confirmada por las autoridades rusas, desafía las certezas de Washington y sus aliados. En un clima de guerra en Ucrania y de reconfiguración de las alianzas monetarias, el regreso en fuerza de la economía rusa revela una estrategia de elusión eficaz, impulsada por los BRICS. Este dato cuestiona la eficacia de las sanciones occidentales y reordena las cartas del juego geoeconómico.
En resumen
- Rusia sorprende a los observadores mostrando un crecimiento económico de +4,1 % en 2023, a pesar de las duras sanciones impuestas por Estados Unidos desde 2022.
- El secretario del Consejo de Seguridad ruso, Sergey Shoigu, afirma que este crecimiento podría alcanzar el 4,3 % en 2024, antes de una desaceleración prevista del 2,5 % en 2025.
- En respuesta a las sanciones, Rusia ha intensificado su acercamiento a los BRICS y lanzado una estrategia de desdolarización.
- Este realineamiento comercial debilita al dólar y refuerza la posición de los BRICS como actor clave en el surgimiento de un nuevo orden monetario mundial.
Un crecimiento inesperado a pesar de las sanciones
En una declaración, el secretario del Consejo de Seguridad de la Rusia, Sergey Shoigu, afirmó que «la economía rusa ha experimentado un crecimiento del 4,1 % en los últimos dos años». Según sus palabras, esta trayectoria ascendente continúa con una estimación del 4,3 % para el año 2024, mientras que las proyecciones para 2025 anticipan una desaceleración al 2,5 %.
Este desempeño sorprendente se produce en un contexto donde Estados Unidos, apoyado por sus aliados occidentales, había impuesto una serie de sanciones económicas duras que buscaban estrangular la economía rusa tras el estallido de la guerra en Ucrania. Sin embargo, estas medidas coercitivas parecen haber tenido el efecto contrario, lo que revela una economía capaz de resistir importantes choques externos.
Los datos económicos confirman esta robustez, especialmente en el ámbito del comercio exterior y la estabilidad financiera. Shoigu destaca que Rusia registró en 2023 un superávit comercial masivo y un crecimiento notable de sus intercambios:
- Incremento de 3,8 mil millones de dólares en el comercio exterior en un año;
- 716 mil millones de dólares en volumen total de comercio en 2023;
- 146 mil millones de dólares de superávit en la balanza comercial;
- Reducción de la deuda externa e interna confirmada por las autoridades rusas;
- Un sistema bancario calificado como «resiliente» por Shoigu, a pesar de la exclusión de las redes financieras occidentales.
Lejos de ser marginal, esta estabilidad macroeconómica se ha acompañado de una reorganización interna eficaz, demostrando que Moscú supo anticipar y absorber los efectos de las sanciones. Esto plantea un desafío estratégico a los países que contaban con un rápido deterioro de la economía rusa.
La palanca de los BRICS: una estrategia estructurada de elusión
Paralelamente a este desempeño económico, fue en la arquitectura comercial de los BRICS donde Rusia halló un apoyo decisivo. Desde las primeras oleadas de sanciones, Moscú aceleró su integración en la alianza de los BRICS y puso en marcha una estrategia firme de desdolarización.
Esta iniciativa permitió a Rusia continuar sus intercambios internacionales mediante monedas locales. Rusia reescribió sus acuerdos comerciales para enviar y recibir monedas locales en transacciones transfronterizas.
Esta reorientación contó con el apoyo de socios como China, India y Arabia Saudita, que vieron en las sanciones una oportunidad para reforzar su propia autonomía energética y financiera.
India, por ejemplo, ahorró 7 mil millones de dólares en divisas extranjeras al comprar petróleo ruso a precios bajos. En cuanto a Arabia Saudita, importó petróleo crudo ruso a precio reducido antes de redistribuirlo en el mercado europeo, obteniendo así márgenes confortables.
Estas prácticas, posibles gracias a la ausencia del dólar en las transacciones, evidencian un desplazamiento progresivo, pero estructurado, del centro de gravedad monetario mundial. La estrategia rusa no solo permitió eludir las sanciones, sino que también consolidó una dinámica multipolar donde los BRICS se posicionan como catalizadores de nuevas normas comerciales.
A medio plazo, este realineamiento podría tener repercusiones en los mercados de divisas, la estabilidad del sistema monetario internacional e incluso en el uso del dólar en el comercio global. Mientras se discuten alternativas al sistema SWIFT, y algunos miembros del bloque BRICS experimentan con sus propias infraestructuras de pago, la tendencia hacia la fragmentación monetaria podría acelerarse. En este contexto, las criptomonedas podrían imponerse como instrumentos paralelos o de transición en economías que buscan independencia monetaria.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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