Mientras el equilibrio geopolítico mundial se fragiliza, Río acoge los días 6 y 7 de julio de 2025 una cumbre de los BRICS en tensión. Diseñado como un contrapeso al G7, el bloque lucha por encarnar la unidad del Sur global. Desacuerdos internos, ausencia de Xi Jinping, regreso ofensivo de Donald Trump: la 17ª edición ilustra menos un ascenso en el poder que un cuestionamiento sobre la coherencia estratégica de los miembros. En la hora de las ambiciones multipolares, los BRICS se exponen a una crisis de legitimidad tanto como a una prueba de credibilidad internacional.