Nuevo informe de Binance: Bitcoin ahora apoya, no protege, al dólar

La promesa original de Bitcoin era la rebelión: oro digital, una cobertura contra la inflación, una salida del sistema fiduciario. Pero si el último informe de Binance Research es una indicación, hoy puede estar jugando un papel diferente: no contra el dólar, sino apoyándolo.

Qué está pasando con Bitcoin

En los últimos dos meses, la correlación de BTC con el índice del dólar estadounidense (DXY) ha subido a 0.25, su nivel más alto entre todos los principales activos macro. No es un número abrumador, pero representa un cambio para un activo que durante mucho tiempo fue presentado como un contrapeso al riesgo basado en el dólar, según el nuevo informe de investigación de Binance. Sugiere que Bitcoin responde cada vez más a las mismas fuerzas que el dólar: incertidumbre macro, tasas de interés más altas por más tiempo y demanda de liquidez por parte de los inversores.

Esta dinámica no surgió de la nada. Más de 2.4 mil millones de dólares se invirtieron en ETFs de Bitcoin al contado en solo ocho días este mes, incluso mientras los titulares sobre guerra e inestabilidad global sacudían los mercados más amplios. Estos son flujos de asignadores institucionales que buscan rendimiento, posicionamiento o diversificación. Cuando el dólar se fortalece, no retiran dinero de BTC. Lo están ingresando.

Mientras tanto, el rápido aumento de las stablecoins está reforzando el control del dólar sobre los mercados cripto. El Senado de EE.UU. acaba de aprobar la Ley GENIUS, un proyecto que podría permitir a bancos, fintechs e incluso minoristas emitir dólares digitales completamente reservados y en cumplimiento con la normativa AML. Ya, la oferta total de stablecoins ha aumentado un 22.5% desde principios de año, superando los 250 mil millones de dólares, con más de 20 billones en volumen on-chain. 

Lo que esto significa para el mercado

Bitcoin ahora vive en un ecosistema cada vez más nativo del dólar. La mayoría del comercio, liquidación e incluso ahorros de usuarios en criptomonedas ocurre mediante tokens anclados al dólar. Y si el aumento del precio de las acciones de Circle, las integraciones de USDC con Stripe o el piloto blockchain «JPM-D» de JPMorgan son indicativos, esa tendencia se está acelerando.

Al mismo tiempo, Bitcoin se está alejando cada vez más de sus antiguas correlaciones. Su vínculo con las acciones, particularmente con el S&P 500, ha caído a apenas 0.21. Su relación con el oro, otro «activo duro», apenas se mantiene en territorio negativo. En cambio, la señal inversa más consistente de Bitcoin proviene ahora de los bonos del Tesoro de EE.UU., donde los rendimientos crecientes (y el miedo a la inflación) siguen generando demanda para BTC. Pero incluso ese efecto está comenzando a desdibujarse.

Entonces, ¿con qué nos quedamos? Con una moneda que no cubre claramente nada, pero que sigue viendo entradas de capital, adopción y relevancia. Bitcoin ya no es el outsider que grita sobre el colapso fiduciario. Se está convirtiendo en un activo macro por derecho propio, moviéndose con las mareas de liquidez global y reaccionando a las mismas señales que influyen en los escritorios de cambio y bancos centrales.

Esto refleja dónde está el mercado. Las líneas entre las finanzas tradicionales y la cripto se están difuminando rápidamente. Bitcoin, para bien o para mal, ahora es parte de la máquina.