En un momento en que la DeFi reinventa los usos con innovaciones desconcertantes, algunas tendencias están explotando literalmente. En este alboroto tecnológico, los RWA —activos del mundo real tokenizados— trazan una curva fulgurante: +260 % en 2025, para un mercado de 23 mil millones de dólares. Detrás de esta cifra, una promesa: la de rendimientos tangibles, estables, anclados en la economía real. Un remedio a la volatilidad de las criptomonedas, un puente hacia el mundo tradicional. "El rendimiento real es el nuevo santo grial", susurran ya los iniciados. Y en el corazón de este auge, Credefi despliega tranquilamente su juego.