2025 marca un punto de inflexión en la carrera hacia la computación cuántica. Japón ha presentado un ordenador superconductor de 256 qubits, el más potente jamás diseñado en este formato. Pocos días después, China dio un golpe fuerte al encender un sistema que supera los 1,000 qubits. Aún mejor, Pekín anuncia objetivos industriales concretos en los próximos 18 meses. Pero un evento hace temblar la ciberseguridad mundial: un equipo chino habría logrado romper el cifrado RSA gracias a una máquina cuántica. Estos avances hacen obsoletos los sistemas criptográficos clásicos, incluidos los utilizados hoy en día por las blockchains.