Mientras el bitcoin establece un nuevo récord, un segmento inesperado del universo cripto se impone una vez más: los memecoins. Antes considerados como simples curiosidades especulativas, ahora atraen volúmenes de intercambio masivos y una atención mediática sin precedentes. La ironía digital se convierte en el motor del mercado, eclipsando a veces los proyectos considerados serios.