En una cumbre en Washington sobre las políticas relacionadas con el Bitcoin, Alex Gladstein, estratega de la Human Rights Foundation, hizo una declaración impactante: «El Bitcoin es malo para los dictadores». Para él, es una herramienta de resistencia frente a los regímenes autoritarios. Una postura que resuena aún más fuerte dado que Estados Unidos, por su parte, está construyendo discretamente su propia reserva estratégica en BTC.