El panorama económico francés ha cruzado un umbral simbólico: la inflación finalmente ha bajado del 2%, lo cual es un hito desde hace tres años. Mientras que los economistas y los mercados analizan cada variación de los indicadores, este regreso a un nivel históricamente bajo marca un punto de inflexión tras un período caracterizado por aumentos constantes de los precios, especialmente los de la energía. En este artículo, analizaremos en detalle las cifras que confirman esta tendencia, basándonos en los últimos datos proporcionados por el Insee. Luego examinaremos los factores específicos que han contribuido a esta desaceleración de la inflación y las implicaciones de esta evolución para los consumidores, las empresas y las políticas económicas.