Mientras los gigantes de las finanzas avanzan con precaución en el terreno de las criptomonedas, el Paris Saint-Germain crea la sorpresa al integrar bitcoin en sus reservas de tesorería. Esta decisión audaz va más allá de una simple operación de imagen. Marca un cambio en la forma en que se perciben las criptomonedas fuera del sector financiero. Al posicionarse como pionero en el mundo del deporte profesional, el PSG ilustra la expansión progresiva del bitcoin a esferas inesperadas y confirma su creciente anclaje en las estrategias institucionales.
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