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BlackRock quiere tomar todos sus ahorros

Mié 30 Jul 2025 ▪ 7 min de lectura ▪ por Satosh
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Larry Fink, CEO de BlackRock, publicó recientemente un artículo revelador en el Financial Times sobre su visión de la «globalización 2.0». Este nuevo enfoque apunta a dirigir el ahorro de los ciudadanos hacia inversiones en infraestructuras locales, bajo la gestión de administradores de activos como BlackRock.

Ilustración simbólica de BlackRock confiscando los ahorros de los ciudadanos, con una mano gigante o pulpo negro perteneciente a ella agarrando una caja fuerte llena de monedas.

En resumen

  • BlackRock promueve una “Globalización 2.0” para redirigir el ahorro de los ciudadanos hacia infraestructuras locales.
  • El objetivo real podría ser privatizar las infraestructuras globales mientras se impulsa la agenda ESG.
  • Los ahorradores corren el riesgo de tener su capital bloqueado en activos ilíquidos durante años.

La globalización 2.0 según BlackRock

Larry Fink, el CEO de BlackRock reconoce que la primera globalización generó múltiples problemas. El aumento de las desigualdades de riqueza es una de las principales. Sin embargo, su solución podría empeorar la situación en lugar de mejorarla.

El CEO de BlackRock critica el nacionalismo económico actual, especialmente los aranceles de Trump. Considera estas medidas como una respuesta inadecuada a los problemas de la globalización. Por ello, aboga por un enfoque diferente que combine mercados abiertos, beneficios nacionales y protección a los trabajadores a nivel local.

Larry Fink, CEO de BlackRock, propone una globalización 2.0
Larry Fink, CEO de BlackRock, propone una globalización 2.0

Su definición de la globalización revela sus intenciones: «Con la globalización, el dinero a menudo corre tras los rendimientos internacionales sin necesariamente beneficiar a las poblaciones locales.» Por lo tanto, su solución consiste en dirigir el ahorro de los ciudadanos hacia empresas e infraestructuras locales. Este enfoque teóricamente permitiría que las poblaciones locales se beneficien directamente.

El plan de BlackRock para acaparar su ahorro

La estrategia de BlackRock se basa en varios pilares fundamentales. El primero es ayudar a más personas a convertirse en inversores. Larry Fink pone el ejemplo de Japón, donde las modificaciones fiscales ahora fomentan más inversiones para la jubilación.

La inscripción automática a los fondos de pensión es el elemento central del dispositivo. Maria Louise Albuquerque, arquitecta de la Unión de Ahorro Europea, reveló que todos los trabajadores europeos cotizarían por defecto a estos fondos. Ahora bien, estos fondos de pensión generalmente son gestionados por administradores de activos como BlackRock.

En Europa, Larry reitera la misma opinión que las élites: los europeos ahorran mucho pero no invierten en Europa. Él atribuye esto a la ausencia de mercados de capital unificados. Así, declara: «Si fuera un responsable político europeo, esta unión sería mi máxima prioridad.»

BlackRock quiere financiar su agenda ESG

BlackRock estima que se necesitarán 68 billones de dólares para infraestructuras en los próximos años. Ni las empresas ni los gobiernos tienen esa capacidad financiera. Además, más de 25 billones de dólares de ahorro están almacenados en bancos estadounidenses, y aproximadamente 13 billones en la UE.

El verdadero objetivo se deja ver claramente: utilizar este ahorro para financiar la agenda ESG y los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Raj Raalo, CEO de Global Infrastructure Partners (adquirido por BlackRock), reveló que la primera prioridad de las inversiones en infraestructuras es la descarbonización de la economía mundial.

BlackRock está comprando literalmente las infraestructuras globales. La empresa ya posee una red de 43 puertos en 23 países. Un contenedor marítimo de cada 20 que circulan en el mundo pasa por estos puertos cada año. Esta privatización de infraestructuras representa un gran desafío geopolítico.

Los riesgos para los ahorradores

Los proyectos de infraestructura que BlackRock quiere financiar presentan una desventaja importante: son activos ilíquidos. El capital invertido estará bloqueado durante años. Los ahorradores no podrán vender si necesitan liquidez adicional.

Esta iliquidez podría ser el talón de Aquiles de la globalización 2.0. Nadie sensato aceptaría bloquear su dinero durante años en un mundo cada vez más incierto. Por ello, BlackRock apuesta por la inscripción automática para la jubilación para eludir esta resistencia natural.

Además, si el ahorro se trasladara masivamente a estas inversiones, los rendimientos de los bonos aumentarían. Este aumento haría paradójicamente que los bonos fueran aún más atractivos como instrumento de ahorro. Entre invertir en una start-up especulativa del sector de energías verdes y un bono al 7 %, la mayoría de los ahorradores elegirían el bono.

Bitcoin frente al sistema tradicional

Larry Fink hizo recientemente una declaración sorprendente sobre bitcoin. Afirma que si Estados Unidos no controla su deuda, América corre el riesgo de perder su posición como moneda de reserva a favor de activos digitales como bitcoin.

Esta predicción se inserta en un contexto particular. Para 2030, los gastos obligatorios y el servicio de la deuda agotarán todos los ingresos federales estadounidenses. Así, los inversores podrían comenzar a considerar bitcoin como una apuesta más segura que el dólar estadounidense.

La tokenización de activos es el otro pilar de esta transformación. Larry explica que esta tecnología democratizará el acceso a las inversiones. Sin embargo, BlackRock también quiere un nuevo sistema de verificación de identidad digital para acompañar esta evolución.

Hacia un nuevo paradigma financiero liderado por BlackRock

La estrategia de BlackRock revela las tensiones del sistema financiero actual. Por un lado, los gobiernos están fuertemente endeudados y ya no pueden financiar las infraestructuras. Por otro lado, decenas de miles de billones de ahorro están dormidos en cuentas con bajos rendimientos.

Esta situación crea una oportunidad única para los administradores de activos. Pueden posicionarse como intermediarios indispensables entre el ahorro y las necesidades de inversión. No obstante, esta posición les confiere un poder considerable sobre la asignación del capital mundial.

Bitcoin podría beneficiarse de esta dinámica. Como un activo descentralizado y líquido, ofrece una alternativa al sistema tradicional. Los stablecoins utilizados para comprar criptomonedas están además respaldados por la deuda gubernamental estadounidense. Cada compra de stablecoin constituye así indirectamente una compra de deuda estadounidense.

La globalización 2.0 de BlackRock plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del sistema financiero. Mientras los gobiernos luchan por financiar sus necesidades, los administradores privados de activos se imponen como actores indispensables. La estrategia de BlackRock invita a todos los ciudadanos a reflexionar sobre cómo desean colocar su dinero: con administradores privados como BlackRock o en bitcoin, un activo neutral e incontrolable?

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Satosh

Cada día trato de enriquecer mis conocimientos sobre esta revolución que permitirá a la humanidad avanzar en su búsqueda de libertad.

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Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.