Cripto: Voto crucial en el Senado sobre los stablecoins este 17 de junio

Mientras el mercado cripto busca desesperadamente una dirección, el Senado estadounidense se prepara para sentar las primeras bases de un marco legal para los stablecoins. La votación del 17 de junio podría redistribuir las cartas, tanto para las instituciones como para los gigantes digitales.

La hora de la verdad para los stablecoins estadounidenses

Estados Unidos está quizás a punto de dar un paso decisivo en la regulación de las criptomonedas. No es un rumor más ni otro proyecto más enterrado en comisión: el Senado estadounidense votará este lunes 17 de junio un texto que podría convertirse en una piedra angular para los stablecoins. El GENIUS Act, un acrónimo que huele a estrategia de marketing, pretende delimitar, estructurar y legitimar un mercado aún mayormente dejado a su suerte.

Pero detrás de las apariencias de un marco jurídico prometedor, las maniobras políticas y los intereses privados nublan las líneas. Esta votación no es sólo una decisión técnica: encarna un verdadero pulso entre la innovación monetaria y el poder institucional. Y como suele ocurrir en cripto, las apariencias engañan.

El GENIUS Act, lejos de ser un gadget legislativo, podría convertirse en la primera ley federal que regule explícitamente los stablecoins en Estados Unidos. En otras palabras, el Estado estadounidense finalmente dejaría de hacer la vista gorda ante la explosión de activos estables que circulan en las blockchains, para definir las reglas del juego.

Este proyecto, si es aprobado, impondría un marco regulatorio claro a las empresas emisoras de stablecoins. Esto significa que gigantes como Walmart o Amazon, ya al acecho, podrían lanzarse oficialmente en este terreno con la aprobación del Estado. Las ambiciones de las Big Tech serían así avaladas por el legislador, una señal fuerte que no deja de preocupar a algunos senadores.

Porque el asunto va más allá del simple ámbito de las criptos. Se trata de una lucha de influencias sobre el control de la moneda digital. Y en esta partida, las empresas privadas avanzan más rápido que las instituciones públicas. A menos que la ley venga a frenar, o catalizar, este movimiento.

Cripto y conflictos de interés: la sombra de Trump planea sobre el Senado

Como suele ocurrir en las grandes maniobras estadounidenses, los focos se encendieron donde los intereses se entrelazan. La cripto no escapa a la regla: hay sospechas sobre vínculos opacos entre la familia Trump y World Liberty Financial, una empresa involucrada en la emisión de un stablecoin. Nada probado, pero suficiente para alimentar la desconfianza.

Consecuencia: se han propuesto varias enmiendas para excluir cualquier posibilidad de colusión entre legisladores y emisores de activos digitales. ¿El objetivo? Evitar que algunos parlamentarios legislen en beneficio propio, o peor, en beneficio de sus allegados. Una iniciativa aplaudida por los defensores de una cripto ética, pero denunciada por otros como un medio indirecto para ralentizar el proceso legislativo.

Sin embargo, este clima tenso no impidió que el Senado aprobara el procedimiento de cierre con 68 votos a favor y 30 en contra. Un número revelador: el texto cuenta con un apoyo significativo, incluso dentro de la mayoría demócrata. Pero la votación final sigue pendiente de una dinámica política frágil, y cualquier giro aún es posible.

La cripto dividida entre dos Cámaras, dos visiones del futuro

Mientras el Senado se esfuerza por regular los stablecoins, la Cámara de Representantes explora otro camino: el de la clarificación institucional. El CLARITY Act, aprobado en comisión, busca repartir las responsabilidades entre la SEC y la CFTC en materia de activos digitales. La idea: salir de la confusión actual que frena la innovación y hace que los proyectos huyan hacia jurisdicciones más flexibles.

Pero aquí tampoco es simple. Los republicanos, mayoritarios por un margen estrecho, no están seguros de tener los votos necesarios para aprobar el texto. Y sobre todo, la ausencia de consenso bipartidista impide una visión general coherente.

En el fondo, lo que se juega entre el Senado y la Cámara es una guerra de narrativas sobre la cripto: uno habla de estabilidad y soberanía monetaria, el otro defiende la innovación y la claridad regulatoria. Pero sin coordinación, estos dos enfoques corren el riesgo de neutralizarse mutuamente.

La votación del 17 de junio va mucho más allá de la esfera cripto. No se trata sólo de regular tokens respaldados por el dólar. Se trata de decidir quién tendrá el derecho de emitir moneda digital en la América del mañana: ¿el Estado? ¿Los bancos? ¿Los gigantes de la tecnología? ¿O una mezcla inestable de los tres?

Mientras se espera el veredicto, el mercado cripto contiene la respiración. Porque independientemente del resultado, el GENIUS Act abre una nueva era. Una era en la que la finanza descentralizada, quiera o no, tendrá que coexistir con la ley.