CZ ataca al oro tokenizado de Peter Schiff, que considera poco creíble
CZ, ex-CEO de Binance, critica el proyecto de oro tokenizado de Peter Schiff calificándolo como un activo cripto basado en la confianza más que en la prueba. Según él, la tokenización no hace que el oro sea realmente on-chain e introduce una dependencia de intermediarios. Esta observación reaviva el debate entre dos visiones: la transparencia verificable de Bitcoin y el valor tradicional del oro ahora digitalizado.

En resumen
- CZ critica el oro tokenizado de Peter Schiff, considerándolo dependiente de la confianza humana
- Schiff defiende su token respaldado en oro físico y predice el colapso de Bitcoin en favor de un retorno al metal
- El debate enfrenta dos visiones irreconciliables: la transparencia on-chain de Bitcoin contra la promesa tradicional del oro tokenizado.
Un oro tokenizado sigue siendo un activo de promesa
Peter Schiff prevé un token cripto respaldado en oro físico. El usuario compra mediante una app, almacena en una caja fuerte, transfiere la propiedad en blockchain y, si lo desea, reclama el metal. El discurso atrae por su aparente simplicidad.
Pero CZ recuerda el punto ciego. Entre el clic de la app y el oro real hay un depositario. Un guardián, una empresa, contratos. En resumen, confianza humana. Y una cronología potencialmente larga en caso de crisis.
La tokenización no elimina las fricciones. Las desplaza: reembolsos diferidos, cambios de gestión, restricciones legales, riesgos geopolíticos. ¿Qué pasa «durante una guerra», pregunta CZ en X, si el emisor suspende las entregas? La blockchain registra promesas, no lingotes.
Para ganar credibilidad, un producto así debe multiplicar las medidas de seguridad. Pruebas de asignación, números de barras, auditorías independientes, publicación regular de existencias, derechos de redención ejecutables y límites de tarifas. De lo contrario, el oro on-chain es sólo un IOU moderno.
Schiff predice cero para Bitcoin y el fin del dólar
En esencia, Peter Schiff no se desvía. Para él, Bitcoin no tiene «ningún valor intrínseco» y terminará en «cero». Lo ve como un gigantesco pump-and-dump, alimentado por las salidas de los primeros entrantes y el entusiasmo de los últimos.
Su escenario macro es igual de contundente. Anuncia una crisis de deuda soberana más grave que la de 2008, hiperinflación, un crash de los Tesoro y un oro muy por encima de 4.000 $ la onza. Punto final: el dominio del dólar como moneda de reserva llegaría a su fin.
La siguiente lógica, según él, es una «re-goldificación» del sistema. Los bancos centrales venden bonos del Tesoro, acumulan metal, inician un reset monetario al estilo de los años 70 post-Nixon. En esta narrativa, el token oro no es un gadget: es el puente entre la caja fuerte y los pagos cotidianos.
Queda un punto sensible. Si su pronóstico sobre la cripto principal resulta erróneo o, simplemente, demasiado tardío, el costo de oportunidad para los ahorradores será real. El argumento «intrínseco» pesa menos en mercados regidos por la liquidez, la demanda de colateral y la programabilidad financiera.
La señal del mercado del oro y la batalla de modelos
El momento no es casual. El oro acaba de sufrir una caída brutal, borrando alrededor de 2.500 mil millones de dólares de capitalización en 24 horas según algunas estimaciones, con una caída del 8 % en dos días, su peor desplome desde 2013. Más que el valor total de bitcoin en circulación.
Para los pro-cripto, esta sacudida dice otra cosa. Incluso el activo «sin riesgo» no escapa a la volatilidad macro. En este contexto, un token de oro, sujeto a la liquidez del depositario, no elimina la variabilidad. La envuelve con un barniz digital.
Por el contrario, los partidarios de Schiff lo ven como un simple sobresalto: si la era del dólar se fractura, el metal retomaría su papel de ancla. La tokenización se convierte entonces en una vía de adopción, con tarjetas de débito indexadas en oro, pagos transfronterizos y una herencia simplificada, a pesar de las limitaciones de un modelo que CZ, no sin ironía, califica como activo. El sueño de un patrón oro modernizado.
Para decidir, hay que volver al corazón de la disputa: prueba vs promesa. Bitcoin expone todo on-chain: oferta, transferencias, finalidad, reglas inmutables. El oro tokenizado exige añadir capas de confianza y auditoría humana. Las dos visiones pueden coexistir, pero no responden a la misma necesidad.
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Enseignante et ingénieure IT, Lydie découvre le Bitcoin en 2022 et plonge dans l’univers des cryptomonnaies. Elle vulgarise des sujets complexes, décrypte les enjeux du Web3 et défend une vision d’un futur numérique ouvert, inclusif et décentralisé.
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