EE.UU. no reducirá aranceles a China pese a acuerdo

En un contexto económico donde cada tensión comercial pesa sobre los mercados mundiales, Washington ha elegido la firmeza. Este 11 de junio, Howard Lutnick, secretario de Comercio, descartó cualquier rebaja de los aranceles impuestos a China. Un anuncio sin ambigüedad, a pesar de un acuerdo anunciado como «llegado» por ambas capitales. Este estatus quo arancelario refuerza la incertidumbre sobre las cadenas mundiales de suministro y envía una señal clara: no es momento de apaciguamiento, incluso en un contexto de diálogo diplomático.

Aranceles congelados, tensiones mantenidas : Estados Unidos no cambia de postura

Cuestionado en CNBC, el secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, afirmó sin ambigüedad que los derechos de aduana sobre productos chinos no serían modificados.

«Se puede decir sin dudar», declaró cuando le preguntaron si los aranceles se mantendrían al mismo nivel.

Este anuncio llegó poco después de que el presidente Donald Trump declarara que el acuerdo comercial entre ambos países estaba «hecho», aunque todavía «sujeto a una aprobación final» por parte de los líderes. Por tanto, los niveles arancelarios actuales, un total de 55 %, no cambiarán en esta fase.

A diferencia de lo que algunas interpretaciones iniciales sugerían, no se actuó ningún aumento ni reducción arancelaria en este acuerdo. La cifra del 55 % mencionada por Trump corresponde en realidad a la suma de impuestos ya vigentes :

• 30 % de derechos de aduana generales, aplicados ampliamente sobre las importaciones chinas ;
• 25 % de derechos específicos sobre productos concretos ;
• No hay elementos nuevos en esta estructura arancelaria, solo una confirmación del statu quo ;
• La persistencia de esta presión arancelaria forma parte de una estrategia diplomática asumida, a pesar de un acuerdo.

Así, el mensaje estadounidense no es una apertura, sino una consolidación: las discusiones en Londres concluyen en una tregua aduanera, sin concesión arancelaria real por parte de Estados Unidos.

Tierras raras y componentes críticos : los aspectos industriales tras el acuerdo

Más allá del aspecto estrictamente aduanero, las negociaciones en Londres condujeron a un compromiso significativo por parte de Pekín: el levantamiento de restricciones sobre las exportaciones chinas de tierras raras y otros componentes industriales estratégicos.

Como resumió Lutnick en su entrevista, » les aprobarán todas las solicitudes de imanes procedentes de empresas estadounidenses de manera inmediata» . Esta concesión busca poner fin a una política «de dilación estratégica» china, acusada de haber retrasado deliberadamente el suministro hacia Estados Unidos.

Sin embargo, los términos de este compromiso permanecen imprecisos. Las licencias de exportación concedidas por Pekín solo son válidas por seis meses, renovables o no.

Dicha limitación introduce un factor de inestabilidad en las cadenas de suministro ya presionadas, especialmente en los sectores de semiconductores, tecnologías verdes y, de forma indirecta, infraestructuras blockchain y criptomonedas.

Para los mercados, esta situación crea una paradoja: por un lado, la aparente normalización de las relaciones bilaterales. Por otro, una persistente incertidumbre sobre la durabilidad de los compromisos chinos, particularmente en materias primas críticas.

Si el impacto en las criptomonedas no es inmediato, no es inexistente, ya que los equipos de minería, las baterías de servidores o los componentes ASIC dependen siempre de esta cadena global.

Cualquier restricción futura o cambio político podría afectar los costos de infraestructura en el ecosistema Web3, o incluso acelerar movimientos de deslocalización o diversificación estratégica, particularmente hacia el Sudeste Asiático.