Ethereum más rápido, más económico: Los efectos de la actualización Pectra

Un viento nuevo sopla sobre Ethereum. Desde Pectra, esta emblemática blockchain se va deshaciendo poco a poco de sus puntos débiles. Tarifas de transacción en caída libre, escalabilidad mejorada, creciente protagonismo de los blobs… la cripto cambia de marcha. Pero como a menudo ocurre en el universo Ethereum, cada salto hacia adelante lleva en su germen nuevas preguntas. Y algunos desafíos se desplazan en lugar de desaparecer.

Blobs como si llovieran: Ethereum se libera

Desde la actualización Pectra, Ethereum hace un gran esfuerzo : duplicar su capacidad sin que sus tarifas se disparen. La introducción del EIP‑7691 ahora permite añadir hasta 9 blobs por bloque. El resultado: un nuevo formato de datos a la vez efímero y ultraeconómico, ya visible en la reciente evolución de la red tras la actualización.

De hecho, las tarifas de los blobs han pasado de 16.000 $ por día a unos pocos centésimos de centavo. Esto representa una caída de 100.000 veces, impulsando a los rollups hacia una nueva era. Los costos operativos se desploman, haciendo viables algunas aplicaciones que antes eran demasiado costosas.

Ethereum gana en accesibilidad. Los rollups, esas soluciones de capa 2 que supuestamente descongestionan la red principal, ahora pueden usarse a voluntad. Sin embargo, solo el 67% de la nueva capacidad está realmente utilizada, lo que deja entrever un potencial aún ampliamente inexplorado según los datos de Galaxy.

La cripto evoluciona, pero la adopción de esta nueva lógica de datos sigue siendo progresiva. Los proyectos aún dudan en apostar todo por una tecnología en fase de rodaje.

Cripto, almacenamiento y descentralización: el equilibrio inestable de la blockchain

Detrás de la hazaña técnica, aparecen efectos secundarios. Más blobs significa más datos a almacenar temporalmente. Hasta 44,6 GB pueden transitar entre dos purgas de memoria. Una presión enorme sobre los nodos validadores.

El blog de Ethereum alerta: para algunos validadores pequeños, las exigencias se vuelven insoportables. Esto impulsa a la centralización, ya que varios pequeños operadores se fusionan o recurren a soluciones gestionadas.

Además, el aumento de blobs impone nuevas limitaciones. El EIP‑7623 restringe el tamaño máximo de los bloques para evitar una sobrecarga en la red. Ethereum avanza con cautela, consciente de que cada solución técnica debe preservar la integridad de la red.

A medida que las tarifas bajan, las restricciones aumentan. Un paradoja familiar en el mundo cripto, donde cada problema resuelto da lugar a nuevas tensiones.

Retos y perspectivas: ¿a dónde quiere ir Ethereum?

El balance post-Pectra sigue siendo globalmente positivo. Ethereum demuestra que puede evolucionar sin sacrificar sus valores. Pero la cripto permanece pendiente de promesas en construcción.

El «mercado de blobs» está solo comenzando. Los rollups ocupan solo parcialmente el ancho de banda disponible. El potencial está ahí, pero el impulso sigue siendo tímido. Habrá que seguir de cerca los próximos meses.

Ethereum post-Pectra en 5 datos:

• Los blobs ahora cuestan 0,00000035 $ la unidad;
• La capacidad diaria alcanza los 8,15 GB;
• Las compras de blobs por los rollups han aumentado un +20,8 %;
• Sólo el 67 % de los blobs disponibles se usan realmente;
• Un nodo puede procesar hasta 44,6 GB de blobs antes de una purga.

Las próximas evoluciones dependerán de la capacidad de los proyectos para apropiarse de este recurso. Ethereum pone las herramientas sobre la mesa, el ecosistema debe jugar su papel.

Ethereum traza un camino tecnológico sólido, pero que requiere tiempo. Vitalik Buterin nunca ha carecido de ideas. Recientemente, habló de un futuro Ethereum diez veces más potente, posible gracias a una nueva arquitectura de red.