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¿La burbuja de los ETFs de 15 billones está a punto de estallar?

11:10 ▪ 6 min de lectura ▪ por Satosh
Invierta en Inversión

El mundo de la inversión ha sido revolucionado durante una década por la democratización de los ETF y la gestión pasiva. No obstante, esta estrategia de inversión comienza a mostrar signos preocupantes de agotamiento. Con mercados potencialmente sobrevalorados y previsiones de rendimientos anémicos para la próxima década, se vuelve urgente cuestionar los ETF.

Una ilustración de estilo cómic retro sobre un fondo naranja que muestra a una mujer angustiada llorando, frente a un gráfico de acciones en caída libre.

En resumen

  • Las grandes instituciones financieras (Goldman Sachs, Bank of America) prevén rendimientos anuales de solo 1 a 3 % para la próxima década.
  • El envejecimiento demográfico mundial y los riesgos combinados de inflación y luego deflación crean un entorno macroeconómico desfavorable.
  • Se necesita una estrategia matizada: la gestión pasiva sigue siendo relevante para los jóvenes inversores, pero las personas mayores deben diversificar con enfoques alternativos.

¿Los mercados están sobrevalorados?

El indicador CAPE de Shiller (Precio/Ganancias Ajustado Cíclicamente), una medida de valoración que examina los precios bursátiles en relación con los beneficios medios de 10 años, alcanza hoy niveles alarmantes.

Históricamente, valores elevados de este indicador han precedido a períodos de bajos rendimientos, especialmente antes de los crashes de 1929, 2000 y 2007. Actualmente, el CAPE se mantiene en niveles cercanos a los observados en 2021, sugiriendo una sobrevaloración persistente.

Los grandes actores institucionales comparten esta preocupación. Goldman Sachs y Black Rock prevén rendimientos anuales de solo un 3 % para la próxima década, mientras que Bank of America anticipa entre el 0 y 1 % anual. Estas proyecciones contrastan fuertemente con los rendimientos a los que los inversores se han acostumbrado en los últimos años. Solo Morgan Stanley permanece moderadamente optimista con una previsión del 7 % anual.

Esta situación es aún más preocupante debido a que observamos una concentración excesiva del mercado en unos pocos gigantes tecnológicos. El desequilibrio entre la valoración de las 10 mayores empresas del S&P 500 y el resto del mercado recuerda peligrosamente la situación antes del crash de las empresas tecnológicas de 2000.

La bolsa no siempre sube

La historia de los mercados financieros está marcada por décadas perdidas que muchos inversores contemporáneos parecen haber olvidado. Entre 1966 y 1982, el Dow Jones se mantuvo estancado durante casi 18 años. Durante los años 70, el rendimiento real anual medio de las acciones estadounidenses fue negativo (-1,6 %). Los años 2000 tuvieron un desempeño aún peor con un -3,5 % anual de media.

El caso japonés es particularmente interesante. Desde el estallido de su burbuja financiera en 1990, el índice Nikkei tardó 34 años en recuperar sus niveles de entonces. Este prolongado período de deflación y estancamiento bursátil debería servir de advertencia a los inversores occidentales.

La creencia de que los enfoques pasivos seguirán ofreciendo rendimientos similares a los de la última década parece hoy más un acto de fe que un análisis racional.

Los ETF frente a la bomba de tiempo demográfica

Varias bombas macroeconómicas de tiempo retrasado amenazan el crecimiento mundial en los próximos años. El envejecimiento demográfico constituye un desafío importante: en los países desarrollados, las personas mayores de 50 años poseen el 70 % del patrimonio significativo. Sin embargo, estas generaciones consumen menos y se preparan para la jubilación, lo que afecta la demanda global.

Además, podríamos entrar en un entorno económico inestable, oscilando entre inflación y deflación. Si el fin de la globalización y las tensiones geopolíticas primero empujan los precios al alza, una desaceleración económica posterior podría conducir a una espiral deflacionaria difícil de controlar, tal y como experimentó Japón.

Quizás estamos entrando en una nueva era económica caracterizada por más proteccionismo, inestabilidad e incertidumbre. Estos cambios cuestionan las estrategias de inversión que funcionaron en los últimos quince años.

Más allá del «todo ETF»

Ante estos desafíos, se impone un enfoque más matizado para la inversión. La relevancia de la estrategia depende en gran medida de la edad y el horizonte de inversión. Para un joven de 20 o 30 años con varias décadas por delante, el DCA (Dollar-Cost Averaging) en ETF sigue siendo un método válido para comenzar, incluso en un mercado sobrevalorado.

Sin embargo, para las personas de 40-50 años, que constituyen la mayoría de los poseedores de patrimonio, la prudencia es esencial. Estos inversores no pueden permitirse atravesar una década perdida cuando se acercan a la jubilación. Por ello, deberían considerar enfoques alternativos y construir una cartera antifrágil.

En lugar de invertir ciegamente y de manera regular, puede ser prudente esperar puntos de entrada más favorables, cuando los mercados presenten valoraciones atractivas. Esta es precisamente la estrategia que aplica Warren Buffett, quien actualmente mantiene más de 300 mil millones de dólares en efectivo esperando mejores oportunidades.

Entonces, ¿están los ETF muertos?

La gestión pasiva y los ETF no están «muertos» propiamente dicho, pero su eficacia depende del contexto. En un entorno de inflación galopante como el observado en Turquía, los índices bursátiles pueden servir de protección eficaz contra la devaluación monetaria. Por el contrario, en un escenario deflacionario, podrían tener un desempeño inferior durante años.

El sentido financiero común nos invita a adoptar una posición equilibrada. Los ETF y el DCA siguen siendo herramientas valiosas dentro de una estrategia de inversión global, pero no deberían ser el único enfoque, especialmente en un mercado potencialmente sobrevalorado.

La era del «todo ETF» quizás esté llegando a su fin, no porque estos instrumentos hayan perdido su relevancia, sino porque el contexto económico demanda ahora estrategias más sofisticadas y adaptativas. Para afrontar la próxima década, los inversores tendrán que diversificarse con otras clases de activos como el bitcoin.

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Satosh

Cada día trato de enriquecer mis conocimientos sobre esta revolución que permitirá a la humanidad avanzar en su búsqueda de libertad.

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Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.