¡Los BRICS podrían lanzar su moneda en 2026!
Ante la fragilidad del sistema monetario mundial y el cuestionado dominio del dólar, los BRICS avanzan de forma discreta pero segura hacia una alternativa estratégica: una moneda común respaldada por infraestructuras digitales soberanas. Impulsada por un bloque ahora ampliado y económicamente influyente, esta iniciativa busca redibujar el equilibrio monetario global. Mientras la inestabilidad de las monedas fiduciarias se agrava, la aparición de un proyecto así interpela a mercados, instituciones y observadores: ¿es esta una señal clara hacia un nuevo orden económico multipolar?
En resumen
- Los BRICS refuerzan su cooperación monetaria con un objetivo claro: lanzar una moneda común a partir de 2026.
- Durante la última cumbre, los líderes acordaron avances concretos, especialmente mediante la expansión de los pagos en monedas locales.
- El proyecto se basa en BRICS Pay, una infraestructura digital en desarrollo para facilitar los pagos transfronterizos.
- Se planean pruebas piloto antes de 2026 para evaluar la compatibilidad de los sistemas y la viabilidad de una moneda común.
El eje político y monetario se consolida
Durante la 17ª cumbre de los BRICS, celebrada a comienzos de julio de 2025 en Brasil, los líderes avanzaron un nuevo paso en su voluntad de emancipación monetaria respecto al dólar. Así, los miembros del bloque «reafirmaron sus compromisos en materia de cooperación monetaria» y acordaron «avances sustanciales en la expansión del comercio en monedas locales así como en el desarrollo de BRICS Pay».
Aunque no se ha fijado una fecha oficial de lanzamiento, los analistas consideran que el proyecto sigue un «enfoque estructurado en varias fases» y que el horizonte realista para una implementación operativa es 2026-2027.
Las dinámicas iniciadas dentro del bloque muestran un aumento de poder concreto, apoyado por varias palancas estratégicas:
- La intensificación de los pagos en monedas locales: Rusia y China priorizan el rublo y el yuan en su comercio bilateral, mientras que India desarrolla el uso de la rupia con los países del Sur global;
- Un fortalecimiento del proyecto BRICS Pay: un sistema de pago común, en el corazón de la estrategia de soberanía financiera del bloque;
- El objetivo declarado de desdolarización: una reducción activa del uso del dólar en los intercambios, especialmente para materias primas;
- La ampliación del bloque: este nuevo perímetro representa el 46% de la población mundial y el 37% del PIB global, lo que aumenta la legitimidad de una alternativa monetaria.
Estos elementos ya no son solo retórica diplomática. Reflejan una coordinación real, consolidada por hechos económicos y diplomáticos tangibles. El bloque tiene ahora una ambición clara: construir una infraestructura monetaria independiente, en un calendario preciso y con herramientas interoperables ya en desarrollo.
La infraestructura digital, pilar del proyecto monetario
Más allá de las dimensiones políticas y comerciales, el proyecto de moneda de los BRICS se basa en un pilar tecnológico ambicioso. De hecho, los estados miembros «construyen activamente sistemas de pago sofisticados» capaces de apoyar la futura moneda digital común.
Estas infraestructuras se apoyan especialmente en la blockchain para facilitar los pagos transfronterizos y sortear los sistemas tradicionales como SWIFT. El desarrollo de BRICS Pay constituye el corazón de esta estrategia técnica, con el objetivo de interconectar los bancos centrales y los usuarios finales mediante una interfaz unificada, interoperable y resistente.
Los trabajos de investigación sobre las monedas digitales de banco central (CBDC) también están integrándose en la arquitectura del proyecto. Así, los países miembros «avanzan de manera productiva en la investigación sobre la integración de las CBDC», con programas piloto previstos para probar las etapas clave del calendario hacia 2026.
Estas experimentaciones deben permitir calibrar la compatibilidad entre las monedas digitales nacionales existentes y una unidad monetaria supranacional aún en gestación. La cuestión es doble: garantizar la fluidez de los pagos multilaterales asegurando la soberanía monetaria de cada Estado miembro.
Las implicaciones de tal cambio son mayores. Una moneda funcional de los BRICS, especialmente el gran giro hacia las monedas locales, podría redefinir las correlaciones monetarias mundiales, influir en la formación de precios de las materias primas (en particular la energía) y ofrecer a los países del Sur global una alternativa creíble al dólar. Sin embargo, el éxito del proyecto dependerá de una coordinación fina entre economías con perfiles divergentes, la estabilidad política de los miembros y la capacidad para instaurar confianza en una unidad monetaria aún teórica.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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