Los intereses de la deuda francesa explotan
Las tasas de interés preocupan. François Bayrou advierte que será necesario rediscutir las pensiones y la deuda. Las nuevas generaciones harían bien en volcarse hacia el bitcoin…
En resumen
- La deuda francesa representa 3 300 mil millones de euros, es decir, el 113 % del PIB. Los intereses deberían dispararse a 108 mil millones de euros al año en 2029.
- Con un déficit presupuestario de 170 mil millones de euros y perspectivas de crecimiento limitadas amenazan el pago de las pensiones.
- Frente a la inflación inevitable, las nuevas generaciones harían bien en hacerse su propia pensión en bitcoins.
El desgaste del sistema
Más allá de su nivel elevado, (113 % del PIB), la deuda pública francesa preocupa sobre todo por los intereses.
Según las previsiones de Bercy, la carga de la deuda va a explotar en los próximos años. Debería pasar de 58 mil millones de euros al año (2024), a 75 mil millones en 2027 y 108 mil millones en 2029.
El año pasado, los ingresos fiscales y los gastos públicos fueron respectivamente de 1500 mil millones de euros y 1670 mil millones, lo que nos deja con un déficit de 170 mil millones de euros, de los cuales 58 mil millones se usaron para pagar intereses.
Sí, pedimos préstamos para pagar los intereses. A esto se le llama «hacer rodar la deuda». Estos intereses se denominan «carga de la deuda» o «servicio de la deuda» en la jerga.
Esta carga ya es el cuarto capítulo de gasto público, muy por delante del presupuesto de seguridad o ecología, pero detrás de la educación nacional y la defensa.
Para Pierre Moscovici, «Hemos, en los últimos años, especialmente en 2023 y 2024, perdido el control sobre nuestras finanzas públicas«.
«La carga de la deuda era de 25 mil millones de euros en 2021. Hoy, es de 67 mil millones. Es más que el presupuesto de Defensa. Será más que el presupuesto de Educación Nacional el próximo año», se ha preocupado por señalar.
«Los deslizamientos que se acumulan generan deuda; y la deuda, la pagan nuestros hijos», tuvo la honestidad de señalar. Dicho de otro modo, ¿quizás sería tiempo de recortar las pensiones de los baby boomers, no?
François Bayrou tendrá el valor, él que debe presentar antes del 14 de julio un plan presupuestario que pedirá «un esfuerzo a todos los franceses, sin excepción»? ¿Y el Estado? Una encuesta de CSA señala que el 92 % de los franceses considera que el Estado debe reducir su nivel de gasto.
Sin energía, no hay pensión
Sobre la reforma de las pensiones y las discusiones en curso, el Primer Ministro afirma «que no hay tabú«, incluso sobre la edad de jubilación.
Gastamos un 10 % más de lo que ingresa en las arcas.
François Bayrou
El tamaño de la deuda y las débiles perspectivas de crecimiento (escasez del petróleo barato para extraer) sugieren lamentablemente que las nuevas generaciones no tendrán pensiones, o serán mínimas.
Hay que entender bien que las pensiones se financian con los salarios de los trabajadores. Y para que haya salarios, se necesitan entidades productivas que creen riqueza. Los cereales, la carne, la gasolina, la ropa, los smartphones, los coches, las casas, etc.
Y estas riquezas son producidas por máquinas. Todo se fabrica y (sobre todo) se transporta con máquinas que no funcionarían sin energía. Una fábrica es un gran parque de máquinas. Un café es una máquina de café. Un taller, son herramientas eléctricas por doquier. Una panadería, un horno, etc.
Por lo tanto, la riqueza futura que permitirá pagar, o no, las pensiones, depende mucho de la cantidad de energía disponible. Pero, de hecho, esta baja de manera forzada en Europa desde hace 15 años. Y sin crecimiento energético, es difícil producir más para cada uno.
Es problemático para el sistema monetario moderno, que es un esquema ponzi basado en un crecimiento perpetuo y una deuda creciente, bajo pena de impagos o inflación.
Desafortunadamente, el descenso energético sugiere que los millennials, la generación Z y las siguientes se jubilarán después de los 70 años.
La inteligencia artificial seguramente impulsará la productividad, pero al fin y al cabo, son camiones que funcionan con gasolina los que abastecen nuestros supermercados.
Bitcoin, el buen plan de ahorro para la jubilación
El bitcoin no puede hacer nada contra la escasez energética. Se necesitan decenas de millones de años para crear petróleo y nada cambiará esta realidad física. No hay uranio, litio, níquel ni cobalto en la blockchain…
Creer que tener una moneda en cantidad absolutamente fija cambia algo esta realidad es una negación. El nivel de vida, la abundancia, dependen de nuestra capacidad de producir, y por lo tanto esencialmente de la cantidad de energía disponible y su costo de extracción.
Otra certeza es que las monedas nacionales se depreciarán conforme la energía sea un problema. Teniendo en cuenta que el petróleo es EL factor limitante del PIB. La razón es que alimenta el 95 % del transporte mundial.
Además, ¿hay que recordar que el 30 % del petróleo que consume Europa pasa por el estrecho de Ormuz? El valor del euro se desplomaría rápidamente en caso de guerra mundial.
Frente a la inflación galopante y la degradación de las cuentas públicas, las nuevas generaciones estarían bien inspiradas en preparar su propia jubilación.
Hay que ahorrar uno mismo para los años viejos, y qué mejor que la mejor reserva de valor jamás creada: el bitcoin. Es la primera moneda que existe en cantidad absolutamente finita y de la cual Estados Unidos está a punto de hacer su moneda de reserva.
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Periodista de Bitcoin, geopolítica, economía y energía.
Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.