Morgan Stanley prevé caída del dólar del 9 % en 12 meses

Morgan Stanley sacude los mercados. De hecho, el banco de inversión prevé una caída del 9 % del dólar estadounidense en un año, lo que devolvería la divisa a sus niveles más bajos desde la pandemia. Una proyección impactante, publicada el 31 de mayo, que pone en duda el estatus dominante del billete verde en el orden monetario mundial y alimenta los temores de un cambio duradero en los equilibrios financieros internacionales.

El dólar bajo presión : desaceleración económica y anticipación de bajadas de tasas

Mientras que un proyecto de ley amenaza al dólar y podría desencadenar una crisis económica sistémica, los estrategas del banco Morgan Stanley en una nota dirigida a los inversores el 31 de mayo anuncian una previsión cuanto menos importante :

Creemos que los mercados de tasas y divisas han iniciado tendencias duraderas, que empujarán al dólar mucho más abajo y acentuarán la curva de rendimientos.

Según el banco de inversión, el dólar índice (DXY) podría caer a 91 puntos en los próximos doce meses, es decir, una caída del 9 %, lo que devolvería a la divisa estadounidense a sus niveles más bajos observados durante la pandemia.

Esta caída se sumaría a una bajada ya bien iniciada: el dólar ha perdido cerca del 10 % desde su pico en febrero de 2025, lo que ha aumentado las preocupaciones sobre su resistencia a corto y medio plazo.

Esta depreciación anticipada del billete verde se basa en varios factores macroeconómicos convergentes, ahora claramente identificados por los analistas :

• Una desaceleración del crecimiento estadounidense, que debilita la demanda mundial del dólar ;

• Una política monetaria esperada mucho más flexible: Morgan Stanley prevé -175 puntos básicos de bajada en las tasas directrices de la Fed para 2026 ;

• Una tensión duradera en los mercados de bonos, con rendimientos a 10 años proyectados en 4 % para finales de 2025, antes de una caída más marcada ;

• Los efectos perjudiciales de las tensiones comerciales reavivadas por la administración Trump, que pesan sobre la confianza de los inversores extranjeros ;

• Un movimiento general de reposicionamiento de capitales, mientras que el dólar se muestra cada vez menos atractivo en los mercados de divisas.

En esta etapa, Morgan Stanley ya no habla de un simple ciclo bajista, sino de un cambio de paradigma monetario, marcado por tendencias estructurales profundas, que podrían durar mucho más allá de los doce meses mencionados en la proyección.

Un declive estructural del dólar : el papel de los BRICS y las monedas competidoras

Más allá de los fundamentos macroeconómicos, la caída esperada del dólar se integra en una dinámica geopolítica global, impulsada por el auge de los BRICS y la aceleración de la desdolarización.

El banco Morgan Stanley destaca así una mutación en las preferencias de los inversores globales: « Los operadores de divisas comienzan a considerar las monedas locales por primera vez, mientras que el dólar se estanca en los gráficos ».

Este cambio de rumbo se manifiesta especialmente en una caída del 19 % en las compras extranjeras de bonos del Tesoro estadounidense, a favor de activos denominados en yuan, rupia o euro.

En tal entorno, varias divisas rivales registran ganancias notables frente al dólar. Morgan Stanley prevé que el euro podría alcanzar 1,25 contra 1,13 actualmente. El yen japonés se apreciaría a 130 contra 143, y la libra esterlina subiría a 1,45 contra 1,35.

Estas proyecciones reflejan un desplazamiento progresivo del centro de gravedad monetario mundial. Los BRICS, que aspiran a ofrecer una alternativa al dólar para los intercambios internacionales, se benefician de este retroceso estratégico del dólar.

La erosión de la confianza en la divisa estadounidense podría, a largo plazo, redefinir los flujos de capital y poner en duda la dominancia del dólar como moneda de reserva mundial.

Mientras que la Casa Blanca intenta minimizar el alcance de esta dinámica, algunos analistas estiman que la evolución actual marca el inicio de un realineamiento sistémico, en el que Estados Unidos podría perder paulatinamente su palanca monetaria global debido a la transición hacia numerosas monedas locales. Si la previsión de Morgan Stanley se materializa, podría servir como catalizador para una transformación más amplia, donde las criptomonedas, las monedas emergentes y las divisas regionales disputarían un nuevo rol de referencia en los mercados internacionales.