No, OpenAI no estará a la venta... y eso cambia todo para la IA
¿Realmente OpenAI da marcha atrás, o juega la carta de la transparencia absoluta? El giro estructural anunciado a principios de mayo genera interrogantes. ¿Encuentran aquí eco las acusaciones de codicia lanzadas por Elon Musk contra Sam Altman, o más bien una negación impecable? Lejos de los eslóganes, esta transformación de OpenAI merece ser examinada. No en la espuma mediática, sino en la mecánica de su gobernanza. ¿Detrás del código, hay convicciones?
En resumen
- OpenAI abandona su modelo con fines de lucro en favor de una Public Benefit Corporation controlada por la entidad sin fines de lucro.
- Sam Altman afirma querer democratizar la IA mientras recauda capital masivo para su desarrollo.
- Elon Musk acusa a OpenAI de traición, exigiendo en su momento el control total o una fusión con Tesla.
El gran retorno a las raíces: OpenAI elige la PBC
OpenAI, ahora valorada en 300 mil millones de dólares, ha decidido no convertirse en una empresa totalmente capitalista. Fuera el modelo puramente con fines de lucro. En su lugar, una PBC — Public Benefit Corporation — controlada por la asociación matriz. Este cambio no es cosmético. Pone fin a una época de ambigüedad donde la empresa oscilaba entre ambición filantrópica y presión capitalista.
En una carta fechada en mayo de 2025, Sam Altman resume esta decisión así:
Hoy en día, OpenAI es una organización sin fines de lucro, y lo seguirá siendo.
Esta claridad contrasta con las turbulencias de 2024, cuando OpenAI sostenía que un giro hacia el lucro era inevitable.
La realidad era clara: para construir una AGI, se necesitan cantidades colosales de dinero. Cientos de miles de millones, quizás trillones. Altman precisa:
Queremos poner nuestras herramientas en manos de todos. Eso requiere recursos gigantescos.
¿La solución encontrada? Una entidad PBC alineada con la misión de la asociación, pero abierta a la inversión. En otras palabras, capitalismo de impacto, pero con salvaguardas estructurales. La elección del formato PBC no es casual: otros laboratorios como Anthropic o X.ai ya lo han adoptado. OpenAI no vende nada. Cambia de vehículo. Y sigue al volante.
Musk vs Altman: duelo de modelos de IA, batalla de visiones
Esta reestructuración no es una admisión de debilidad. Es, sobre todo, una respuesta calculada a un desafío legal. A principios de 2024, Elon Musk — cofundador de OpenAI — presentó una demanda contra Sam Altman. En su demanda, lo acusa de «manipular a Musk para cofundar una falsa asociación sin fines de lucro» con el fin de convertirla en una empresa privada.
OpenAI, en una contraofensiva documentada, revela que Musk exigió el control total de la entidad o su fusión con Tesla. Una versión de los hechos confirmada por correos electrónicos internos: «Tesla es el único camino para competir con Google«, escribía Musk.
Cuando no logra salirse con la suya, se va de la empresa y funda xAI. La guerra de egos se convierte en guerra de modelos. Uno defiende la independencia de una IA regulada. El otro sueña con una super-IA integrada en su imperio industrial.
OpenAI eligió el camino democrático. Altman lo asume:
Queremos una IA que beneficie a todos. No es una utopía, es una estructura.
El mensaje es claro: ningún individuo, por rico que sea, debería controlar solo una tecnología tan poderosa.
Frente a la crítica, OpenAI no retrocede. Fortalece su columna vertebral. Y lo escribe en blanco y negro.
Una estructura híbrida para ambiciones XXL
OpenAI mantiene las riendas, pero revisa su mecánica financiera. Se abandona la estructura con límite de beneficios. Ahora, cada uno tendrá acciones. Simple, directo, claro. La entidad sin fines de lucro continúa al mando, pero también se convierte en accionista mayoritario.
Este movimiento viene acompañado de un objetivo de rendimiento colectivo. Altman es explícito:
Queremos que nuestra PBC proporcione recursos a la asociación matriz para apoyar la IA democrática.
Algunos números:
- OpenAI apunta a 12,7 mil millones de dólares en ingresos para 2025;
- Objetivo 2026: 29,4 mil millones de dólares;
- 40 mil millones recaudados recientemente, valoración de 300 mil millones;
- Elon Musk solo contribuyó con 45 millones de dólares al sin fines de lucro inicial;
- La PBC permite recaudar fondos sin ceder el control.
Este modelo híbrido le da alas a OpenAI. Pone fin a la ecuación insostenible: crecimiento exponencial vs ética rígida. Sobre todo, protege la integridad de la misión. Con esta evolución, OpenAI no reniega de sus orígenes. Se adapta a la realidad de una carrera mundial por la AGI. Y afirma su diferencia, donde otros ya han cedido al todo lucro.
Quizás OpenAI nunca haya sido tan fiel a su nombre. Abre, estructura y preserva. Pero todo ello tiene un costo. En una nota interna revelada recientemente, Altman señala una verdad absurda: decir «gracias» a ChatGPT cuesta dinero. A gran escala, esta cortesía digital cuesta una fortuna.
¡Maximiza tu experiencia en Cointribune con nuestro programa "Read to Earn"! Por cada artículo que leas, gana puntos y accede a recompensas exclusivas. Regístrate ahora y comienza a acumular beneficios.
¡La revolución blockchain y cripto está en marcha! Y el día en que los impactos se sientan en la economía más vulnerable del mundo, contra toda esperanza, diré que fui parte de ella
Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.