Reserva pública en Bitcoin: La apuesta asumida de New Hampshire

Hace algunos años, esta idea habría provocado una sonrisa. Hoy, es ley. Nuevo Hampshire acaba de convertirse en el primer estado estadounidense en crear una reserva estratégica… en bitcoin. Sí, ha leído bien. La criptomoneda ya no está solo en las carteras de los geeks o de los traders insomnes, ahora oficialmente forma parte de las cuentas públicas.

Un pequeño estado, un gran paso para el bitcoin

La gobernadora Kelly Ayotte firmó el pasado 6 de mayo la ley HB 302. Detrás de este nombre un poco austero se esconde una revolución tranquila: el tesorero del estado ahora tiene derecho a invertir hasta un 5 % de los fondos públicos en “activos digitales de primera línea”. No se trata de jugar con memecoins o tokens oscuros. La ley establece una regla clara: solo se permiten activos con una capitalización bursátil superior a los 500 mil millones de dólares. Hasta la fecha, eso deja solo un candidato en liza: bitcoin.

Bueno, uno podría pensar que el estado va a guardar sus satoshis en un viejo Ledger escondido bajo un escritorio. Pero no. El texto es claro en las condiciones de custodia:

• Billeteras multisig;
• Custodios autorizados;
• ETF.

Todo está pensado para que los bitcoins públicos estén bien protegidos. Nuevo Hampshire quiere hacerlo bien, con reglas a la altura de un buen gestor de cartera. Y no es casualidad: la idea es agregar una opción más en el arco financiero del estado, sin asumir riesgos descabellados.

Nuevo Hampshire muestra el camino

No es el primero en intentarlo. Florida, Texas, Arizona y algunos otros han probado sin éxito. Pero esta vez está validado, firmado, establecido. Y entre los aficionados al bitcoin, aplauden. Dennis Porter, de Satoshi Action Fund, habla directamente de un “modelo a seguir”. La idea es simple: ¿por qué dejar que el dólar se derrita con la inflación cuando se puede guardar un poco de BTC en previsión de tiempos inciertos?

Tal vez eso sea el fondo de la historia. Bitcoin empieza a tomar el lugar que el oro ocupó durante mucho tiempo en el imaginario colectivo:

• Un valor refugio;
• Un seguro en caso de crisis monetaria.

Y si El Salvador lo oficializó en su economía, Nuevo Hampshire lo establece como un activo estratégico. Una forma de decir: “no vamos a pagar impuestos en BTC, pero nos lo tomamos en serio”.

¿En resumen? Lo que parecía una apuesta loca se está convirtiendo poco a poco en una estrategia estatal donde incluso la República Checa podría invertir 7 mil millones de dólares. Y podría ser el comienzo de una tendencia: otros estados y países podrían inspirarse en este giro bitcoin decidido. Entonces, ¿un simple golpe de efecto o el inicio de una nueva era presupuestaria? Lo seguiremos de cerca.