Mientras los referentes financieros clásicos vacilan, el bitcoin se impone como un nuevo patrón. El lunes por la noche, la cripto superó un umbral simbólico al alcanzar 126 069 dólares, tras un primer récord de 125 000 dólares la víspera. Esta progresión vertiginosa ocurre en un clima de desconfianza hacia los activos tradicionales y en un contexto de retroceso del dólar. Más que un simple pico, este movimiento refleja una dinámica de fondo que redefine la jerarquía de valores en los mercados globales.