En Corea del Sur, Tesla ya no encarna el sueño de los inversores particulares. Según Bloomberg, cerca de 1,8 mil millones de dólares se volatilizaron en cuatro meses, de los cuales 657 millones solo en agosto, marcando el mayor retroceso desde 2019. Detrás de esta desafección, crece un malestar: por falta de un nuevo relato alrededor de la IA o de la conducción autónoma, el fabricante ya no seduce tanto. Resultado: a pesar de su estatus como título extranjero más poseído, los inversores coreanos abandonan Tesla por apuestas consideradas más dinámicas y rápidas.