El bitcoin acaba de pulverizar un nuevo récord, pero detrás de esta euforia mostrada, se dibuja una dinámica más compleja. Tras bambalinas, los inversores a corto plazo multiplican las tomas de ganancias y embolsan miles de millones de dólares en pocas semanas. Este movimiento masivo que intriga a los analistas podría bien señalar un punto de inflexión en la mecánica del mercado, donde los indicadores tradicionales aún tienen dificultades para tomar decisiones.