Las pérdidas por hackeos criptográficos cayeron drásticamente en el tercer trimestre de 2025, señalando avances en la reducción de exploits a gran escala. Sin embargo, septiembre ofreció un recordatorio contundente de los riesgos en curso, registrando un número récord de hackeos millonarios. Aunque los atacantes robaron menos en general, sus tácticas continuaron evolucionando, con carteras y plataformas centralizadas cada vez más dirigidas en vez de contratos inteligentes.