La noticia puede parecer trivial a primera vista, pero marca un giro estratégico para Sony. Tras conquistar los salones de todo el mundo con PlayStation, el grupo ahora quiere dejar su huella en un sector en plena transformación: los pagos en cripto. Entre bastidores, Sony Bank acelera, prepara una ofensiva regulatoria y sienta las bases de un futuro stablecoin, una iniciativa que podría transformar la forma en que millones de jugadores consumen sus contenidos digitales.