Tres años después del colapso de FTX, Sam Bankman-Fried rompe de nuevo el silencio desde su celda. El exmillonario caído, condenado por fraude masivo, hace una confesión inesperada. Su mayor error, según él, no fue la gestión incierta de los fondos… sino haber confiado las riendas de FTX a John Ray III, justo antes de la quiebra. Una decisión que considera hoy como el punto de no retorno en el derrumbe de su imperio cripto.