Trump valida el BITCOIN Act y apunta a 1 millón de BTC en reserva

El anuncio causó un efecto de onda expansiva: Donald Trump brinda su apoyo total al Bitcoin Act, un ambicioso proyecto de ley que prevé la compra de un millón de bitcoins por parte del Estado estadounidense. Lejos de las polémicas habituales, esta iniciativa marca un giro decisivo en la estrategia económica del país, con profundas implicaciones geopolíticas.

Una ambición estratégica de magnitud inédita

Detrás de los focos de la política estadounidense se trama una verdadera revolución monetaria. Donald Trump, más estratega que nunca, parece apostar hoy en grande por el BTC. El presidente en ejercicio apoya oficialmente el Bitcoin Act, un proyecto de ley impulsado por la senadora de Wyoming, Cynthia Lummis, que ordena la adquisición progresiva de un millón de BTC por parte de Estados Unidos. Nada menos.

Este programa, financiado sin nuevos cargos para el contribuyente gracias a los fondos existentes de la Reserva Federal y del Tesoro, apunta a una reserva estratégica en bitcoin. ¿Objetivo? Preparar al país para una nueva era financiera donde el oro digital podría jugar un papel fundamental. Esta iniciativa podría redefinir las relaciones de poder geopolíticas.

Lejos de ser una medida aislada, esta orientación se inscribe en una estrategia más amplia de regulación de activos digitales. Como destaca Cointelegraph, la senadora Lummis indica que tres grandes proyectos movilizan actualmente al equipo especializado formado por el presidente Trump: los stablecoins, la arquitectura del mercado cripto y, finalmente, la constitución de una reserva estratégica en Bitcoin. Un orden de prioridades que no es casual.

El proyecto de ley GENIUS sobre los stablecoins, que ya ha superado una etapa clave en el Senado, podría muy pronto convertirse en la primera piedra de un ambicioso edificio legislativo. Este texto, al regular los stablecoins indexados al dólar como USDT o USDC, busca consolidar la hegemonía del dólar en la economía tokenizada que viene. Un avance importante que Trump parece decidido a impulsar hasta el final.

Bitcoin, soberanía y asimetría geopolítica

Comprar un millón de bitcoins es mucho más que una declaración de intenciones: es una ruptura estratégica. El bitcoin, un activo incorruptible y descentralizado, ofrece una alternativa única a las reservas tradicionales. Para Washington, no se trata sólo de seguir la tendencia, sino de dominarla.

En un contexto donde los BRICS buscan desdolarizarse, una reserva pública en bitcoin podría funcionar como una columna vertebral monetaria neutral y duradera. Más aún considerando que países como El Salvador ya han abierto camino, aunque a menor escala. Para Estados Unidos, el reto es claro: estar preparado antes de que sea demasiado tarde.

Con esta ofensiva, Trump intenta retomar el control narrativo sobre el futuro financiero del país. El bitcoin ya no es un activo marginal: se convierte potencialmente en un pilar de la estrategia estatal estadounidense.

Y si esta iniciativa llegara a concretarse, podría tambalearse la propia estructura del orden monetario mundial. Según ciertos rumores persistentes, Trump no habría esperado la luz verde legislativa: ya habría adelantado la historia adquiriendo, a título personal, por tres millones de dólares en bitcoin.