Mientras Bitcoin rompe récords a 90,000 $, es Ripple el que se divierte en las carteras indias: menos noble, pero visiblemente más juguetón. Y los memecoins también se ríen.
Mientras Bitcoin rompe récords a 90,000 $, es Ripple el que se divierte en las carteras indias: menos noble, pero visiblemente más juguetón. Y los memecoins también se ríen.
Polygon sorprende en el mercado de NFT al superar a Ethereum gracias a una colección respaldada por activos físicos. Este rendimiento marca un punto de inflexión en la industria, donde la tokenización de objetos reales atrae cada vez más a inversores en busca de valor tangible y seguridad en la blockchain.
Estados Unidos tendrá que renunciar al privilegio exorbitante del dólar si el objetivo realmente es volver a ser una potencia industrial. De buen augurio para el bitcoin.
El memecoin Shiba Inu (SHIB) muestra signos de recuperación alentadores con un crecimiento del 8,6% en los últimos siete días. Mientras bitcoin continúa liderando el mercado alcista de las criptomonedas, SHIB intenta superar una resistencia técnica clave que podría determinar su trayectoria en las próximas semanas.
Dejado de lado, criticado, casi olvidado... Ethereum acaba de recordar que no había dicho su última palabra. En un lapso de dos semanas, el ETH ha saltado un 30%, superando los 1,800 dólares. Entre figura de inversión, caída de tarifas y un renovado interés global, la máquina se ha reactivado. ¿Hasta dónde llegará?
Mientras Wall Street se vacía los bolsillos, el bitcoin se enorgullece, coquetea con los máximos y atrae miles de millones: la cripto se convierte en el nuevo refugio de los capitales caprichosos.
La SEC cambia de rostro, y con ella quizás el futuro de la regulación cripto en Estados Unidos. Con Paul Atkins al mando, el sector finalmente vislumbra un enfoque más coherente y abierto a la innovación. Un giro decisivo para un ecosistema en busca de claridad, tras años de ambigüedad jurídica.
El bitcoin destrona a Google, se burla de Wall Street sudoroso y salta como un cabrito digital bajo anfetamina mientras el dólar tambalea y las bolsas hacen la siesta fiscal.
Con Trump, estamos viendo la transición de una guerra comercial a una guerra económica total entre Estados Unidos y China.
En abril de 2025, el Fondo Monetario Internacional (FMI) oscureció las perspectivas económicas de los Estados Unidos con una revisión drástica: un crecimiento proyectado del 1,8 %, frente al 2,7 % inicialmente previsto. Este cambio, el más marcado desde la crisis de 2008, no es un simple ajuste técnico. Refleja una confluencia de riesgos: guerras comerciales, inflación persistente, caída del consumo, que amenaza con redibujar el equilibrio económico mundial. Detrás de estos números, un hecho implacable: las decisiones políticas recientes han precipitado una onda de choque cuyas réplicas podrían durar.