BRICS intensifican su apuesta por el oro contra el dólar
Mientras las fracturas geopolíticas debilitan el orden monetario mundial, se produce un cambio silencioso. Los BRICS, apoyados por sus aliados, toman el control del oro. Al concentrar cerca del 50 % de la producción mundial y reforzar sus reservas, pasan de la contestación a la acción. Este realineamiento ya no es una especulación, pues marca la aparición de un contra-poder financiero capaz de desafiar la supremacía del dólar y redefinir los equilibrios globales. El oro vuelve a ser un arma estratégica.

En resumen
- Los BRICS refuerzan su poder monetario controlando cerca del 50 % de la producción mundial de oro.
- China, Rusia, India y Brasil aceleran la acumulación de reservas de oro en una lógica de desdolarización.
- El bloque adopta una estrategia coordinada para reducir su dependencia del dólar estadounidense.
- Un prototipo de moneda común, el “Unit”, respaldado parcialmente en oro, fue lanzado por los BRICS.
El oro físico, pilar de un nuevo equilibrio geopolítico
Este año, los BRICS y sus aliados, incluido Kazajistán, Irán y Uzbekistán, poseen alrededor del 50 % de la producción mundial de oro, mientras que muchos expertos predicen el lanzamiento de una moneda común en 2026.
Un avance de esta magnitud se basa en una estrategia coordinada de extracción y constitución de reservas. China y Rusia lideran este movimiento con volúmenes impresionantes de producción y un almacenamiento masivo de oro físico.
Aquí están los hechos importantes de esta ofensiva estratégica :
- Más de 1.000 toneladas de oro compradas por año entre 2022 y 2024, un récord histórico para los bancos centrales ;
- Brasil reinició sus compras en septiembre pasado, sumando 16 toneladas a sus reservas, después de una pausa desde 2021 ;
- Una concentración creciente de la producción mundial en los países miembros o aliados del bloque BRICS, fortaleciendo su palanca estratégica ;
- Una coordinación geoeconómica implícita orientada a reforzar la estabilidad monetaria interna y reducir la dependencia de las reservas en dólares.
Este auge del bloque se percibe como una redefinición voluntaria del poder monetario, operada fuera de los circuitos dominados por el dólar.
Frank Giustra, famoso inversionista en el sector aurífero, resume el desafío así : «hemos entrado en la era del dinero duro. Si posees oro de papel, no posees oro real. Cuando llegue la crisis, no estará ahí».
Una arquitectura monetaria paralela en gestación
Más allá de la mera acumulación de metal, los BRICS ahora pasan a la experimentación concreta de una herramienta monetaria común.
El 31 de octubre, el grupo lanzó un prototipo de moneda llamado «Unit», respaldado en un 40 % por oro físico y un 60 % por monedas nacionales de los BRICS. Se emitieron 100 Units, cada una indexada a 1 gramo de oro, sentando las bases de un instrumento que podría, a largo plazo, sustituir parcialmente al dólar en los intercambios interbloques.
Para Yevgeny Biryukov, experto en economía entrevistado por medios rusos el 13 de diciembre, «el oro es una herramienta de protección contra los riesgos de sanciones, una respuesta a la inestabilidad de los socios tradicionales y un activo real reconocido desde hace milenios».
Esta estrategia de desdolarización no se detiene ahí. Rusia y China ahora liquidan casi la totalidad de sus intercambios mutuos en yuan y rublo. La Unión Económica Euroasiática siguió el mismo camino. Se está constituyendo un grupo común de oro para estabilizar los mercados, y un índice BRICS del precio del oro está en estudio, destinado a cuestionar la supremacía del «London Gold Fix». Esta iniciativa apunta claramente a reducir la dependencia de infraestructuras occidentales como SWIFT o los sistemas de compensación estadounidenses.
Lejos de un enfrentamiento frontal, los BRICS no buscan desestabilizar el dólar, sino construir una alternativa creíble basada en activos tangibles. Al estructurar una esfera monetaria autónoma, sientan las bases para un reajuste progresivo del sistema global, donde el oro vuelve a ser una palanca de influencia y no solo un refugio.
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Diplômé de Sciences Po Toulouse et titulaire d'une certification consultant blockchain délivrée par Alyra, j'ai rejoint l'aventure Cointribune en 2019. Convaincu du potentiel de la blockchain pour transformer de nombreux secteurs de l'économie, j'ai pris l'engagement de sensibiliser et d'informer le grand public sur cet écosystème en constante évolution. Mon objectif est de permettre à chacun de mieux comprendre la blockchain et de saisir les opportunités qu'elle offre. Je m'efforce chaque jour de fournir une analyse objective de l'actualité, de décrypter les tendances du marché, de relayer les dernières innovations technologiques et de mettre en perspective les enjeux économiques et sociétaux de cette révolution en marche.
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