Irán-Israel: ¿Al borde de una guerra total?
El 13 de junio de 2025 marca un giro en el conflicto entre Irán e Israel. Los masivos ataques israelíes apuntaron al corazón del dispositivo militar iraní. Irán respondió esa misma noche con 300 misiles balísticos, superando un nuevo umbral en esta guerra de larga duración.
En resumen
- Israel llevó a cabo sus ataques más destructivos contra Irán desde el inicio del conflicto en abril de 2024.
- 300 misiles balísticos disparados hacia Israel demuestran que Teherán conserva capacidades militares.
- La escalada podría provocar una intervención rusa y alterar el equilibrio regional.
La guerra se intensifica
Esta escalada se enmarca en un conflicto iniciado en abril de 2024. El ataque israelí al consulado iraní en Damasco rompió un tabú histórico. Desde entonces, los intercambios de ataques se suceden con una intensidad creciente.
Los historiadores probablemente fecharán el comienzo de la guerra Irán-Israel con este ataque a Damasco. Así, los bombardeos de abril y octubre de 2024 prepararon la ofensiva del 13 de junio de 2025.
Los recientes ataques israelíes superan todo lo visto hasta ahora. Por lo tanto, Israel atacó simultáneamente las instalaciones nucleares, las capacidades antiaéreas y la estructura militar iraní. El cuerpo de los Guardianes de la Revolución, pilar del régimen, sufrió pérdidas considerables.
Irán debilitado por esta guerra, pero aún no vencido
El dominio aéreo israelí parecía total durante el día 13 de junio. Drones israelíes sobrevolaban la región de Tabriz sin ser molestados. La defensa antiaérea iraní parecía neutralizada por ciberataques y un masivo bloqueo electrónico.
Sin embargo, la respuesta iraní de la noche sorprendió por su magnitud. Tres oleadas de 300 misiles balísticos atravesaron las defensas israelíes. Esta capacidad de ataque demuestra que Irán conserva medios militares significativos.
La infiltración del Mossad en Irán alcanza niveles impresionantes. Los agentes israelíes operan desde el interior del territorio iraní. Esta penetración recuerda lo que Ucrania inflige a Rusia, pero a una escala mayor.
Un régimen iraní en fin de ciclo
El régimen de los mulás presenta todas las características de un régimen antiguo y envejecido. Al igual que Alemania antes de 1914 o la URSS antes de 1991, sufre tensiones internas crecientes. Las manifestaciones juveniles en las ciudades testimonian esta deslegitimación progresiva.
Sin embargo, el cuerpo de los Guardianes de la Revolución mantiene el orden interno. Mientras este aparato militar ideológico permanezca intacto, el régimen puede sobrevivir. Por otra parte, Irán ha perdido a sus principales aliados regionales con la caída de Assad en Siria y el debilitamiento de Hezbolá.
La geografía juega en contra de Irán. A diferencia de la Rusia nuclearizada o la China continental, Irán sigue siendo vulnerable a ataques convencionales. Esta debilidad lo convierte en el objetivo prioritario de los occidentales en su confrontación con el bloque eurasiático.
Irán, el eslabón débil del bloque ruso-chino
Irán constituye el eslabón débil del bloque Rusia-China-Irán frente a Occidente. Golpear a Teherán permite debilitar indirectamente a Moscú y Pekín. Así, Irán notificó la interrupción de sus entregas de drones a Rusia para sus propias necesidades militares.
Los precios del petróleo se disparan mecánicamente con esta escalada. Paradójicamente, este aumento beneficia a Vladimir Putin más de lo que le perjudica. Los ingresos petroleros compensan ampliamente la pérdida de armamento iraní para financiar la guerra en Ucrania.
Para China, la inestabilidad iraní amenaza sus inversiones en el corredor sino-pakistaní. Pekín apuesta por Irán para asegurar su suministro energético. Por lo tanto, no se descarta una intervención china indirecta si el régimen iraní colapsara.
¿Hacia un incendio regional tras la guerra?
Rusia no puede permitirse ver caer al régimen de los mulás. Por lo tanto, sigue siendo posible una intervención rusa en forma de paramilitares tipo Wagner.
La Turquía de Erdogan se frota las manos con esta situación. Ankara busca restaurar su influencia sobre el antiguo espacio otomano. El debilitamiento iraní abre el camino a una expansión turca hacia Irak y Asia Central.
Esta guerra Irán-Israel trasciende el marco regional para convertirse en un asunto de la confrontación mundial. Enfrenta de facto al bloque eurasiático contra las potencias occidentales. Además, el resultado de este conflicto determinará el equilibrio de fuerzas en Oriente Medio durante las próximas décadas.
¿Sobrevivirá el régimen iraní a esta prueba de fuerza? Su capacidad de respuesta demuestra una resiliencia inesperada. No obstante, la continuación de los ataques israelíes durante los quince días anunciados podría agotar definitivamente sus capacidades militares. El futuro de toda la región se juega en esta escalada sin precedentes, y la hipótesis de una tercera guerra mundial.
¡Maximiza tu experiencia en Cointribune con nuestro programa "Read to Earn"! Por cada artículo que leas, gana puntos y accede a recompensas exclusivas. Regístrate ahora y comienza a acumular beneficios.
Cada día trato de enriquecer mis conocimientos sobre esta revolución que permitirá a la humanidad avanzar en su búsqueda de libertad.
Las ideas y opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no deben tomarse como consejo de inversión. Haz tu propia investigación antes de tomar cualquier decisión de inversión.