Ley GENIUS: Trump quiere hacerlo rápido... muy rápido

El presidente estadounidense Donald Trump presiona al Congreso para aprobar sin demora la ley GENIUS sobre stablecoins. Se desata una carrera contra el tiempo para convertir a Estados Unidos en el líder mundial de los activos digitales. ¿Pero esta prisa oculta intereses personales?

Trump impaciente ante una oportunidad histórica

Donald Trump no se anda con rodeos. El martes, justo después de que el Senado aprobara la ley GENIUS, el presidente publicó un mensaje directo en Truth Social. 

«El Senado acaba de aprobar un proyecto de ley excepcional que convertirá a América en el líder indiscutible de los activos digitales«, escribió. Ahora pide a la Cámara de Representantes actuar «a la velocidad del rayo».

Esta urgencia no es casual. El Senado votó masivamente: 68 a favor, 30 en contra. Es una victoria clara para los partidarios de los stablecoins. 

Ahora, la pelota está en el campo de la Cámara de Representantes. Los republicanos tienen una pequeña mayoría allí, suficiente para hacer aprobar el texto.

¿Por qué tanta presión? Trump quiere posicionar a América como líder mundial de las criptomonedas. 

El senador Bill Hagerty, que apoya el proyecto, lo explica sencillamente:

Esta ley permitirá a las empresas y a los estadounidenses realizar sus pagos casi instantáneamente en lugar de esperar días o incluso semanas. 

En un mundo donde la velocidad importa, es una gran ventaja.

La apuesta va mucho más allá de Estados Unidos. Otros países están creando sus propias reglas para las criptomonedas. América quiere imponer sus estándares primero. La votación del Senado muestra que esta ambición está tomando forma.

Intereses personales que cuestionan la neutralidad presidencial

Pero la prisa de Trump plantea preguntas. La senadora Elizabeth Warren lo acusa abiertamente de conflicto de intereses. Afirma que el presidente y su familia podrían ganar “cientos de millones” de dólares con su propio stablecoin si esta ley se aprueba.

Estas acusaciones tienen bases sólidas. En 2024, Trump recibió 57 millones de dólares a través de World Liberty Financial. También posee cerca de 16 mil millones de tokens WLFI. Parte de ese dinero proviene de la venta de tokens ligados a su imagen de presidente. La coincidencia entre sus ganancias personales y su apoyo a esta ley plantea dudas.

El proceso legislativo en sí mismo intriga. Inicialmente, una enmienda debía prohibir a los funcionarios federales y sus familias beneficiarse de los stablecoins. 

Esta enmienda nunca fue votada. Los demócratas denuncian una «maniobra orquestada». El senador Merkley no se anda con rodeos: «Estas leyes legitiman lo que parece una estafa masiva disfrazada con la bandera estadounidense«.

Una legislación con importantes desafíos geopolíticos

A pesar de las controversias, la ley GENIUS marca un paso decisivo. Impone reservas al 100 %, licencias obligatorias y controles estrictos sobre el uso de los fondos. Los emisores deberán limitar sus inversiones a activos seguros, como los bonos del Tesoro.

Mientras que el número de poseedores de stablecoins supera los 160 millones en el mundo y que los volúmenes de transacciones batieron récords, esta regulación llega en el momento justo.

Si se aprueba, esta legislación podría transformar los stablecoins en verdaderos instrumentos de soberanía monetaria. La Cámara de Representantes tiene en sus manos mucho más que un simple proyecto de ley: quizás el mismo futuro del dólar en un mundo en plena tokenización.