Por qué Ethereum sigue fascinando tanto a las instituciones financieras

Un antiguo ejecutivo de BlackRock acaba de lanzar una piedra en el estanque. Para él, Ethereum no será solo una blockchain más entre otras. Esta red se convertirá en la espina dorsal digital de toda la finanza mundial. Una visión audaz justo cuando la cripto acaba de perder un soporte clave en 3.600 dólares. 

Wall Street apuesta todo a Ethereum a pesar de la tormenta

Joseph Chalom no se anda con rodeos. El antiguo responsable de activos digitales en BlackRock acaba de ofrecer una predicción tan audaz como clara: «Ethereum no será solo una blockchain, sino la infraestructura digital de Wall Street». Una declaración contundente mientras el ETH atraviesa una zona de turbulencias, moviéndose alrededor de los 3.558 dólares tras perder un soporte clave.

Las cifras hablan por sí solas. Hoy co-CEO de Sharplink, una empresa de gestión de activos digitales, Chalom ha invertido más de 3 mil millones de dólares en Ethereum. Mejor aún, planea apostar la mayor parte de estos activos para generar ingresos pasivos. Con un rendimiento anual promedio del 3 % gracias al staking, el Ether ofrece a las instituciones una ventaja única: combinar seguridad y rentabilidad.

Esta confianza no es aislada. JPMorgan ha invertido recientemente 102 millones de dólares en Bitmine, una empresa que posee más de 3 millones de ETH. El banco estadounidense evita la compra directa de criptomonedas al tiempo que se expone masivamente a Ethereum. Una señal fuerte que muestra que las grandes instituciones financieras ahora apuestan por el largo plazo, más allá de los vaivenes diarios del mercado.

El recorrido de Chalom en BlackRock habla por sí mismo. Supervisó la plataforma Aladdin y gestionó alianzas estratégicas con Circle y Securitize. Su huella también se ve en el éxito rotundo del ETF Bitcoin spot (IBIT) lanzado por BlackRock. 

Para él, Ethereum ya alberga la mayoría de los stablecoins, activos tokenizados y contratos inteligentes en circulación. «A la larga, no hablaremos más de DeFi o TradFi. Simplemente hablaremos de finanzas, y su infraestructura será Ethereum», asegura.

Una volatilidad a corto plazo frente a un potencial estructural

Los traders se mantienen cautelosos. El analista Ted Pillows advierte sobre una posible caída hacia los 3.300 dólares. La estructura gráfica de Ethereum muestra señales de debilidad tras su incapacidad para mantenerse por encima del rango de 3.600-3.700 dólares. Si ese nivel de soporte se rompe, el ETH podría tocar un nuevo mínimo mensual.

Sin embargo, los fundamentos cuentan otra historia. Las instituciones financieras se apoyan masivamente en el ecosistema Ethereum por su confianza, liquidez y seguridad. 

La blockchain alberga miles de millones de dólares en stablecoins y se ha convertido en el terreno de juego favorito para la tokenización de activos reales. Los bancos tradicionales, durante mucho tiempo reticentes, están cambiando progresivamente hacia esta tecnología.

El modelo de staking cambia las reglas del juego. A diferencia de Bitcoin, Ethereum ofrece un rendimiento regular a sus poseedores. Esta característica atrae a los inversores institucionales en busca de ingresos estables. 

Para Sharplink y otros actores importantes, es un argumento fundamental. La posibilidad de generar rendimientos mientras se asegura la red convierte a Ether en un activo híbrido único.

Los analistas reconocen que la volatilidad actual podría prolongarse, especialmente si bitcoin sigue moviéndose lateralmente. Pero también destacan que una vez pasada la tormenta, la posición fundamental de Ethereum en la finanza mundial constituirá una base sólida para recuperar terreno.

En resumen, Wall Street ya no ve a Ethereum como un experimento arriesgado, sino como la espina dorsal de su transformación digital. Las turbulencias actuales del mercado no cambian esta visión a largo plazo. Queda por ver si los inversores particulares sabrán seguir el movimiento antes de que las instituciones acaparen la mayoría de las posiciones estratégicas.