Mientras los mercados tradicionales luchan por animarse, el bitcoin alcanza un nuevo máximo histórico. Impulsada por una ola de optimismo regulatorio en Washington, la criptoesfera se entusiasma. Este aumento no es solo un simple rebote técnico ni un afluxo de capitales aislado. Coíndice con un cambio político importante: la Cámara de Representantes se dispone a examinar un conjunto de leyes que podrían redefinir el sector cripto en los Estados Unidos. El mercado anticipa, los precios se disparan.