El calma habrá sido de corta duración. En el transcurso de unas pocas horas, el bitcoin cayó por debajo de los 99,000 dólares, desencadenando una reacción en cadena: más de mil millones de dólares en posiciones liquidadas, altcoins agitados y una volatilidad reavivada. El episodio, de una brutalidad rara, recuerda la mecánica implacable de los mercados apalancados. Después de varias semanas de calma, la corrección golpea fuerte, barrriendo la ilusión de una recuperación controlada. Los traders imprudentes pagan el precio de un exceso de confianza, en un mercado siempre propenso a revertirse.