Cuando algunos excavan, otros saquean: mientras Bután mina Bitcoin, Lazarus lo roba. Un Bybit desvalijado, un tesoro inflado, y Pyongyang que se convierte en uno de los reyes del botín cripto.
Cuando algunos excavan, otros saquean: mientras Bután mina Bitcoin, Lazarus lo roba. Un Bybit desvalijado, un tesoro inflado, y Pyongyang que se convierte en uno de los reyes del botín cripto.
Acusado, escrutado, rastreado, OKX niega en bloque. Bybit grita al lobo, los reguladores dudan. La cripto tiembla bajo la sombra de una regulación que se afila.
El mayor hackeo en la historia de las criptomonedas está experimentando un desarrollo alarmante. En solo 10 días, los piratas informáticos han logrado blanquear la totalidad de los 1,4 mil millones de dólares robados a la plataforma Bybit. A pesar de esta rapidez en la ejecución, los expertos en seguridad de blockchain estiman que parte de los fondos aún podría ser recuperada.
El FBI lanza un llamado a los operadores de nodos y a las plataformas de intercambio para bloquear las transacciones relacionadas con el robo récord de Bybit. La agencia federal estadounidense confirma la implicación del grupo norcoreano Lazarus en este robo de 1.400 millones de dólares y toma medidas para prevenir el blanqueo de fondos.
Como un ilusionista jugando con miles de millones, el Grupo Lazarus hace desaparecer el dinero de los exchanges de criptomonedas. ¿Bybit y Phemex? Un mismo truco, descubierto demasiado tarde.
El grupo Lazarus, principal sospechoso del histórico hackeo de Bybit estimado en 1,4 mil millones de dólares, también estaría involucrado en las recientes estafas de memecoins en Solana, particularmente a través de la plataforma Pump.fun, según los hallazgos del investigador blockchain ZachXBT.
La seguridad de las plataformas de intercambio es un problema central en el universo de las criptomonedas. Un nuevo ataque recuerda la vulnerabilidad creciente del sector: Bybit, uno de los exchanges más influyentes, ha sufrido un hackeo de una magnitud excepcional, con una pérdida estimada de 1,5 mil millones de dólares en Ethereum. El incidente arroja luz sobre la complejidad de los ataques que apuntan a las infraestructuras cripto, así como los desafíos que enfrentan las plataformas para proteger los fondos de sus usuarios. Según las primeras investigaciones, el ataque sería obra del grupo Lazarus, una organización de cibercriminales afiliada a Corea del Norte, ya responsable de varios desvíos masivos en el sector. Bybit asegura poder cubrir las pérdidas, pero el evento plantea preguntas sobre la resiliencia de los exchanges ante las amenazas crecientes.
Las decisiones judiciales relacionadas con las criptomonedas juegan un papel clave en la evolución de la regulación del sector. De hecho, cuando se trata de fondos robados, la cuestión se vuelve aún más sensible, ya que enfrenta el principio de confiscación con el de restitución a las víctimas. El caso del hackeo de Bitfinex en 2016, uno de los mayores robos de bitcoins de la historia, cristaliza estas tensiones. Tras la incautación de 94,643 BTC por las autoridades estadounidenses, la justicia se pregunta sobre la conveniencia de restituirlos a Bitfinex. Una decisión así podría crear un importante precedente jurídico, lo que influiría en la gestión futura de las criptomonedas incautadas por los tribunales.
Cuando DeepSeek aspira los neuronas de OpenAI, Microsoft grita al robo, y la marina de EE. UU. barricada sus servidores. La guerra fría digital está en pleno apogeo.
Las cifras son vertiginosas, las acciones fulgurantes: T3 FCU transforma el USDT en una pesadilla para los estafadores internacionales.
El gigante industrial francés Schneider Electric enfrenta un nuevo ciberataque, el tercero en dos años. El grupo de piratas "Hellcat" amenaza con divulgar 40 GB de datos sensibles, exigiendo inicialmente un rescate inusual de 125,000 dólares en baguettes de pan antes de cambiar de opinión y reclamar un pago en criptomonedas Monero.
La seguridad de los activos gestionados por los gobiernos está siendo cada vez más cuestionada, a medida que los ataques a los monederos de criptomonedas se multiplican. De hecho, el último incidente, relativo a la pérdida y recuperación de más de 19 millones de dólares en criptomonedas por parte del gobierno estadounidense, ilustra una vez más los riesgos asociados con el uso de tecnologías descentralizadas. Este robo, aunque inusual por su magnitud, plantea interrogantes sobre la seguridad de los fondos públicos en el universo de las finanzas descentralizadas (DeFi), un sector en plena expansión, pero aún vulnerable.
Nuestros amigos hackers han llevado a cabo un asalto a 95 millones de datos, demostrando una vez más que la ciberseguridad está rezagada.
Bitcoin en las billeteras personales, pero aún no en los clientes: los asesores financieros juegan a ser pioneros en secreto.
¡Los hackers norcoreanos no se interesan por los jugadores pequeños! ¿Su nuevo objetivo? ¡Los ETF de Bitcoin, con la aprobación del FBI!
El universo de las finanzas ha sido sacudido una vez más por un escándalo estruendoso, esta vez relacionado con el mundo de las criptomonedas. Shan Hanes, ex CEO del Heartland Tri-State Bank (HTSB), ha sido condenado a 25 años de prisión por desviar 47.1 millones de dólares de sus clientes a wallets de criptomonedas anónimos.
Binance, la mayor plataforma de intercambio de cripto, anunció que había recuperado o congelado más de 73 millones de dólares en fondos de usuarios robados en 2024. Esta cantidad supera los 55 millones de dólares recuperados en 2023, lo que representa un aumento del 33%.
Hackers atacan los Juegos Olímpicos: se exige un rescate en criptomonedas. El Gran Palacio y otros sitios turísticos amenazados.
La blockchain Bittensor sufrió un ataque importante, lo que provocó una caída repentina del 15% de su criptomoneda nativa, TAO. El incidente, que drenó 8 millones de dólares de una cartera de usuario, obligó a los desarrolladores a suspender temporalmente la red como medida de precaución.