En Estados Unidos, el informe de empleo esperado para este viernes 5 de septiembre podría sellar el destino de las tasas de interés. Los mercados, impulsados por la esperanza de un relajamiento monetario, examinan el más mínimo signo de debilidad. Sin embargo, la ecuación sigue siendo frágil: una desaceleración suficiente para justificar una baja de las tasas, sin que ello avive el temor de una caída pronunciada de la economía.