Contrario a las expectativas generalizadas, Robinhood y Strategy no fueron añadidos al S&P 500, lo que provocó una caída en sus precios de acciones. El anuncio del 25 de agosto llamó la atención, ya que ambas empresas habían sido consideradas candidatas probables para unirse al índice de referencia debido a su sólido desempeño e interés del mercado.