Estados Unidos: ¡La enmienda que iba a salvar el Web3 acaba de ser rechazada!

Hay noches que marcan historia. En Washington, la última fue larga. Muy larga. Donald Trump y los republicanos están eufóricos. Su texto emblemático, el « One Big Beautiful Bill Act », acaba de ser aprobado. Una votación al filo del cuchillo: 50 contra 50, decidida por poco por el vicepresidente JD Vance. Mientras tanto, la comunidad cripto está frustrada. Ni una palabra, ni una línea sobre la injusticia fiscal denunciada desde hace tiempo por sus defensores. La cripto y el Web3 quedan en el margen, olvidados. ¿De manera deliberada?

Cripto y Web3 ignorados: ¿la batalla ya está perdida?

“Durante años, los mineros y stakers han sido gravados DOS VECES”, se indigna la senadora de Wyoming Cynthia Lummis en X. Ella buscaba un cambio en la ley. ¿Demasiado ambicioso? Su enmienda ni siquiera llegó al Senado.

La propuesta buscaba eliminar la doble imposición sobre las recompensas de bloques – gravadas una primera vez al recibirlas, y una segunda al venderlas. ¿El resultado? Los profesionales del sector, ya afectados por la incertidumbre regulatoria, seguirán pagando la cuenta. Lummis aboga para que Estados Unidos se convierta en “la superpotencia mundial del bitcoin y la cripto”. Pero el mensaje quedó sin respuesta.

David ni siquiera fue autorizado a enfrentarse a Goliat. La cripto no fue combatida frontalmente. Fue evitada. Borrada. ¿Una decisión estratégica para no complicar un texto ya controvertido? ¿O simple desprecio por un sector aún percibido como marginal por las viejas élites?

Donald Trump, Meta y los hospitales: una guerra ideológica

El corazón del debate no era solo técnico. Era filosófico. ¿Quién paga, quién recibe, quién decide? La senadora Elizabeth Warren lanzó un misil:

Donald Trump y los republicanos quieren escribir un cheque de 15 mil millones a Meta… financiado por recortes a la salud de millones de estadounidenses.

La cripto, en este marco, se convierte casi en un daño colateral. Al negarse a integrar la propuesta de Lummis, el Senado dejó pasar una oportunidad de hacer evolucionar la fiscalidad cripto en un sentido justo. Pero la consigna era otra: priorizar alivios fiscales a las grandes empresas, asegurar los votos de ciertos estados clave y aprobar un texto histórico, cueste lo que cueste.

Es una oposición de modelos económicos. Por un lado, la innovación descentralizada y a veces imprevisible. Por otro, la comodidad de los gigantes establecidos. El ecosistema cripto, a través de Lummis, intentó un avance. Pero en este clima tenso, el tema cripto simplemente no era prioritario para los arquitectos de la ley.

Una oposición férrea: la lucha continúa en el Congreso, ¿qué pasa con el Web3?

La historia no ha terminado. La ley volverá a la Cámara de Representantes. El suspenso permanece. Pero la tensión está al máximo. Tres republicanos votaron en contra de su propio partido en el Senado. Cada voto contará en los próximos días.

Cifras a recordar :

• 50-50 : el resultado exacto de la votación en el Senado;
• 1 voto decisivo: el del vicepresidente JD Vance;
• 15 mil millones $: monto señalado por Elizabeth Warren como regalo a Meta;
• 2 fiscalidades para los actores cripto: sobre la recompensa y la venta;
• 0 enmiendas para la cripto y el Web3 retenidas en el texto final.

¿El mensaje enviado a la comunidad cripto? Ambiguo, pero revelador. Deberá seguir haciendo escuchar su voz, aun cuando los debates sobre la IA, la salud y la redistribución acaparan toda la atención. Y Trump, por su parte, avanza. Con el apoyo de una base unificada, está colocando las piezas para su regreso.

Aún queda una esperanza. El GENIUS Act, adoptado recientemente, ha reavivado el interés en torno a las innovaciones digitales y la soberanía tecnológica. Donald Trump sabe manejar los símbolos. ¿Este rechazo (temporal?) a la cripto es una estrategia, un olvido… o simplemente cuestión de timing?