Francia desmiente los rumores sobre transferencias bloqueadas

En una época en la que la desconfianza financiera se difunde con un clic, un video de TikTok publicado a finales de mayo ha reavivado los temores de un control estatal reforzado. Afirma que, a partir de octubre de 2025, cualquier transferencia superior a 800 euros entre particulares será bloqueada 24 horas para una verificación fiscal. En pocos días, el rumor ha generado inquietud entre miles de franceses. ¿Qué dice realmente la regulación? ¿Y por qué este anuncio viral es totalmente infundado?

Cuando TikTok siembra dudas sobre las transferencias bancarias

En abril, un video de TikTok que anunciaba el fin inminente del efectivo en Francia tuvo un gran impacto en las redes sociales. En la misma dinámica, otro video viral comenzó a circular masivamente el 26 de mayo de 2025, afirmando que un nuevo dispositivo, previsto para octubre de 2025, bloqueará las transferencias entre particulares superiores a 800 euros durante 24 horas.

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La publicación, muy compartida en TikTok, Instagram y Facebook, afirma en particular que :

• “Toda transferencia superior a 800 € entre particulares será bloqueada temporalmente durante 24 horas”, sea cual sea su naturaleza (compra, préstamo, reembolso) ;

• El bloqueo afectaría las transferencias entre amigos, familiares o particulares ;

• Este plazo permitiría una verificación mediante un sistema automatizado y en relación con la administración fiscal ;

• Esta medida estaría basada en anuncios oficiales de Bercy y algunos medios de comunicación.

La excitación alrededor de este video fue inmediata. Algunos internautas hablan de una vulneración a la libertad individual, otros denuncian una “vigilancia fiscal generalizada”, y llegan a calificar a Francia como una “dictadura”.

Ante esto, el Ministerio de Economía ha negado formalmente las alegaciones. En una declaración transmitida a la AFP, precisa :

Esta alegación es engañosa. Ninguna ley ni decreto prevé hasta la fecha un umbral de bloqueo automático a 800 euros ni una suspensión de 24 horas. Este rumor se basa por tanto en una interpretación errónea de la realidad, probablemente alimentada por una confusión con una medida diferente.

Un sistema de autenticación reforzado, no una vigilancia generalizada

Contrariamente al rumor que circula, una reforma bancaria real entrará en vigor a partir del 9 de octubre de 2025, pero no se refiere ni a un monto limitado a 800 € ni a una suspensión automática de 24 horas, ni a un control sistemático por parte de la administración fiscal.

Esta reforma simplemente busca verificar la concordancia entre la información proporcionada por el emisor de una transferencia y la del IBAN del destinatario, para mejorar la seguridad de las transacciones. Se trata de un sistema diseñado para “informar al cliente sobre la concordancia de la información que proporciona en el momento de solicitar la transferencia con la del IBAN”.

Esta medida se inscribe en el marco de un reglamento europeo votado en 2024, que impone la generalización de las transferencias bancarias instantáneas en la zona SEPA, al tiempo que refuerza la lucha contra el fraude.

Así, los bancos tendrán la misión de prevenir errores o intentos de engaño señalando posibles discrepancias entre el nombre del beneficiario y su IBAN, sin bloquear automáticamente la operación ni imponer un plazo legal de 24 horas. Por tanto, no se prevé ninguna suspensión de transacción en esta etapa, ni por el derecho francés ni por la regulación europea.

Ante este refuerzo del control de las transferencias bancarias tradicionales, algunas voces del ecosistema digital destacan el creciente interés por las criptomonedas, en particular por el bitcoin. Como sistema de pago descentralizado y sin intermediarios bancarios, el bitcoin permite transferencias directas, sin exigencia de validación por una institución central ni obligación de correspondencia entre un nombre y una dirección de billetera.

A largo plazo, esta evolución podría llevar a las plataformas bancarias a adaptar sus sistemas de verificación previos, pero esto no significa en absoluto la instauración de un control fiscal automatizado sobre las transferencias entre particulares, en particular las externas.