La anunciada aceptación de bitcoin y otras criptomonedas por parte de Uber como métodos de pago marca un giro estratégico. Más que un simple añadido tecnológico, es una señal fuerte. El gigante de la movilidad pretende anclarse en la economía digital emergente. En un momento en que las criptomonedas están ganando terreno en los usos cotidianos, Uber no quiere seguir la ola, sino contribuir a moldearla. Esta elección plantea una pregunta esencial: ¿qué papel jugarán los gigantes tecnológicos en la evolución de los sistemas de pago globales?