El hombre detrás de Tesla y SpaceX maneja los tuits como palancas del mercado, oscilando entre sarcasmo, fascinación y advertencia. En octubre de 2021, instaba a no "apostar la granja" en criptomonedas. Sin embargo, ahora confiesa haber adquirido, "por curiosidad", bitcoin, Ethereum y Dogecoin. Tal paradoja plantea una cuestión central: ¿actúa Musk como un simple observador lúcido o como un actor plenamente comprometido en un ecosistema que, sin querer, contribuye a orientar?