En julio de 2025, una vulnerabilidad de Microsoft expuso a más de 400 organizaciones públicas, incluida la agencia de EE.UU. que gestiona el arsenal nuclear. Hospitales paralizados, escuelas secuestradas y una fecha límite post-cuántica establecida: 2025 recuerda a los gobiernos que no ganarán la carrera de la ciberseguridad con parches tardíos y arquitecturas centralizadas. Ante esta realidad, surge una pregunta: ¿cómo construir una infraestructura de confianza verdaderamente resiliente?