Europa, que alguna vez fue pionera en la regulación de las criptomonedas, podría pronto convertirse en un simple corredor atravesado por la innovación sin nunca retenerla. Mientras que Estados Unidos y Asia multiplican los avances concretos, el Viejo Continente se estanca en la prudencia. Catriona Kellas, responsable jurídica de Franklin Templeton, no se guarda nada: la UE corre el riesgo de ser relegada a la categoría de espectadora, incapaz de competir frente a la dinámica de las grandes potencias competidoras.