Mientras la volatilidad sacude todo el mercado de criptomonedas, Ethereum se distingue por una estabilidad inesperada. A pesar de que el bitcoin y las altcoins ceden terreno, el ETH se mantiene firme. Esta resistencia se basa en una configuración técnica robusta, pero sobre todo en una acumulación discreta llevada a cabo por actores estratégicos. A la sombra de las fluctuaciones visibles, se están estableciendo dinámicas profundas que redefinen los contornos de un posible rally futuro.