La bajada de las tasas de crédito hipotecario marca una pausa inesperada. Mientras el mercado comenzaba a reactivarse, las curvas se congelan, frustrando las previsiones. Este giro intriga tanto a los compradores como a los inversores, atrapados entre esperanzas e incertidumbres. ¿Por qué las tasas ya no retroceden, a pesar de un contexto monetario más flexible? Este bloqueo cuestiona las dinámicas de financiación en Francia y revela tensiones más profundas, justo cuando el sector inmobiliario intenta salir de la atonía.