Después de dos años de asfixia, el mercado inmobiliario francés inicia una recuperación medible. Impulsados por la caída de los tipos de interés y la estabilización de los precios, las primeras señales concretas se confirman en las cifras de la FNAIM y las observaciones de campo transmitidas por Laforêt. El tentativo cede poco a poco el lugar a una recuperación, ciertamente aún frágil, pero tangible. En un entorno económico incierto, este leve movimiento devuelve aire a un sector paralizado durante mucho tiempo. Queda por ver si esta dinámica podrá ser sostenible.