Mientras el equilibrio monetario mundial se reconfigura bajo la presión de las tecnologías digitales y las ambiciones soberanas, Europa pasa a la ofensiva. El 29 de octubre, el BCE validó una nueva fase técnica del proyecto del euro digital, piedra angular de un futuro sistema de pago europeo. El objetivo es lanzar, para 2029, una moneda digital pública capaz de rivalizar con las soluciones privadas y las iniciativas extranjeras, garantizando al mismo tiempo el control monetario dentro de la zona euro.