Beijing está endureciendo su control sobre la actividad de las stablecoins, dirigiendo a las principales instituciones financieras a detener toda promoción de esta clase de activos digitales. En un intento por frenar el creciente entusiasmo y posibles riesgos especulativos, los reguladores han ordenado a corredores, grupos de reflexión y organizaciones de investigación cancelar seminarios sobre stablecoins y dejar de publicar contenido relacionado.